
Trampantojo.
Érase la vez una historia en la que la vida discurría de trampantojo en trampantojo porque nada -ni nadie- era lo que parecía… ver
▼ Lo último en The Sunday Tale
Érase la vez una historia en la que la vida discurría de trampantojo en trampantojo porque nada -ni nadie- era lo que parecía… ver
El desnudo es lo que queda cuando ya no hay nada con lo que cubrirse, cuando sólo queda la realidad de uno mismo frente al mundo. ver
Érase una vez la historia de una tarde que parecía de verano y resultó ser de tormenta… seca. Calima. ver
Érase una vez la historia de una cenicienta despistada a la que que le dieron las tres después de las doce. ver
Érase una vez la historia de una ópera en Ópera, en el Madrid más bello, bajo el cielo más sorprendente, en una cálida velada de primavera… ver
Por más vueltas que daba sobre sí misma, sabía que la vida era un camino de dirección única que antes o después debería afrontar. ver
Érase una vez la historia de un tipo que aprendió a navegar a vela en lugar de huir en su motora puerto cuando el viento arreciaba. Érase una vez la historia de un tipo que aprendió a vivir. ver
Caminó sobre el suelo transparente de la piscina y descubrió que el vértigo no es más que lo que queda cuando, en realidad, ya no queda nada. ver
Érase una vez la historia de alguien que aprendió que la vida no es más que un camino de elecciones a afrontar con decisión. ver
Érase una vez la historia de un montón de estrellas que se descolgaron del cielo para iluminar la tierra… ver
Érase una vez la historia de un tipo que decía ‘errare humanum est’ pero olvidaba añadir ‘sed perseverare diabolicum’. Errar es humano, perseverar en el error… diabólico. ver
Había gente que era así, que parecía puesta en el mundo por el mismo demonio con el único objeto de hacer del paraíso infierno. ver
Se paseaba por el backstage, viendo a los modelos correr, a los diseñadores agitados y mil personas alrededor de ellos haciendo de la pasarela fashion… y magia. ver
Una cena entre amigas que discurre entre arquetipos del mundo femenino es como un cuento sin principio ni final cargado de contradicciones. ver
Érase una vez la historia de una niña que quería preparar un conjuro para conseguir toooodo lo que se propusiera… ver
La palabra siempre conjura la eternidad de las cosas llevándolas a esa inmensidad sin fin que es el recuerdo, un lugar en el que el tiempo no existe. ver
Las palabras se las lleva el viento, le dijeron, y corrió al jardín esperando ver miles de palabras volando alto y lejos llevadas por el viento… pero no vio ninguna. ver
1 de enero de 2017. Hoy es el primer día de un nuevo año, un nuevo comienzo, una nueva oportunidad, un nuevo cuento… ver
He aquí un cuento de Navidad que habla de quienes la aman y de quienes la detestan, que habla de personas… y de libertad. Feliz Libertad. Y Feliz Navidad. ver
Y entonces un pajarillo pequeño y revoltoso le explicó a un hombre por qué la libertad era, tantas veces, mentira… ver
Los frutos de otoño anticipaban los sabores de la Navidad: un cuenco de nueces, un cascanueces, el crepitar de la madera en la chimenea, el tintineo de un villancico… y mucho ruido. ver
Los puentes son un recurso del camino para no morir a la orilla del río. O un invento del diablo cuando es el infierno lo que late al otro lado. ver
Áine, que siempre había deseado pisar la tierra vistiendo un cuerpo de carne y hueso, ahuyentó aquella idea de su mente para siempre; mientras la envida morase en el corazón humano no querría ella uno latiendo en su pecho. ver
Hacía mucho tiempo que había descubierto cuanto en común tenía la vida y la danza… Las dos podían mostrar un rostro bello y armónico escondiendo tras su belleza un profundo mundo de emociones. ver
El repiqueteo de la lluvia en la ventana era constante y, al pensar en cuántos charcos estarían formándose a lo largo y ancho de la ciudad… sonrió. ver
Tal vez los puentes no fuesen más, ni menos, que esa casualidad perfecta que acababa por regalarle unos días para vivir. ver
Estaba ya aburrida hasta la tristeza de vivir siempre el mismo cuento, de afrontar cada día el camino del bosque con su caperucita roja para encontrar siempre al mismo lobo, siempre la misma intención y siempre el mismo final que se convertía en un nuevo principio igual al alterior. ver
Cuento hasta 10, hasta 100 y hasta mil, cuento sueños, cuento libros, cuento risas, besos, mimos, cariños y cuentos, descuento desprecios, sin contarlos, feísmos varios y descréditos de todos los colores y confirmo cada día aquello que siempre supe… no … ver
La razón es caprichosa, etérea y abstracta, tanto que cuando crees que la tienes hace ¡zas! y ya no está a tu lado… ver
‘No vemos las cosas como son sino como somos nosotros’ decía Kant, y era cierto, es más, vemos sólo lo que queremos ver, cuando queremos verlo y como queremos verlo… ver
Las temperaturas habían caído al suelo y tocaba preparar el fondo de armario y de alma para la vida de otoño. ver
Tal vez la vida era sólo eso, pensó, un montón de momentos que se suceden unos tras otros, momentos que llegan y pasan, momentos que nunca vuelven, momentos que fueron… y, tal vez, momentos que serán. ver
Se concedió un capricho lencero porque sí y para sí. Se lo puso y se plantó frente al espejo de cuerpo entero de su habitación. Allí estaba, su cuerpo tal cual. ¿Y ahora?. Su relación con su cuerpo había sido … ver
Tal vez la libertad fuese, también, un estado de ánimo o incluso un sentimiento, una emoción, un modo de ser, de sentir, de vivir… ver
Había elegido Brasil como destino y no había sido una elección casual, era el eco de un sueño de niña y de una garota de Ipanema… de aquella dulce melodía, de la bossa nova, de Río, Sao Paulo, Salvador de Bahía, Iguazú… Brasil. ver
‘No’, palabra fea donde las haya, es un vocablo que los niños se niegan a entender cuando lo reciben y, en cambio, usan con profusión. Claro que a veces, como le sucede a Rodrigo -que es el protagonista de este cuento- resulta que tienen razones. ver
Tener visión es ver, ver incluso lo que los ojos no ven y no por estar loco ni febril sino por saber mirar… ver