The Sunday Tale
Caliente como el café recién hecho y dulce como la mermelada. Cada domingo Berta Rivera te ofrece un delicioso relato hilvanando con ingenio los productos más Loff de la semana. Un original repaso para leer en la cama mientras desayunas.
▼ Lo último en The Sunday Tale
Septiembre.
Septiembre siempre olía al azufre del infernal invierno… pero nunca tanto ni tan pronto como aquel año. ver
Tic Tac. Tic Tac. Tic Tac…
Granizado (de limón).
Un granizado de limón, a más de 30 grados a la sombra, te prepara para un viaje en el tiempo… uno que solo puedes vivir en Puy de Fou (sigue leyendo, que te lo cuento un poco). ver
Ramón.
Ramón era el más viejo de la familia… y el único que sabía que quejarse y ser feliz no eran, ni podian ser, la misma cosa. ver
Fin.
Esta una pequeña historia, un relato, un cuento (chino), una reflexión, una sucesión de ideas… Y va de tormentas, fines y finales que están por escribir. ver
¿Llevas todo?
Llega el delicado momento de preparar la maleta, una maleta con espacio limitado cuando se va a volar… ¿llevas todo? ver
Corre.
Corre. Correr por tu vida y por la suya. Correr por tu libertad y por la libertad misma. Huir para no sucumbir. Eso y un cuento de domingo y sueños raros. ver
Progresivas.
Cuando la vida progresa adecuadamente por todos los flancos… llega la hora de plantarse unas progresivas para no perderse nada. ver
Retiro.
Feria.
Madrid es a su Feria del Libro lo que su Feria del Libro a Madrid (digan lo que digan por ahí…). ver
Bledo.
Bledo. Un bledo para ser más precisos. Eso era exactamente lo que le importaban las noticias del día… Y no era una sensación agradable. ver
Ay.
Oz.
Mascarilla.
¿Con o sin mascarilla? He aquí la historia de la mascarilla más carilla que se había echado a la cara jamás… ver
Excusa.
Esta es la historia de una cena de amigos y primavera que servía como excusa para no se sabe muy bien qué. ver
Bombones.
Esta es la historia de una tarde de domingo, libros y bombones que era, algo así, como la vida misma (a ratos). ver
Alas.
Esta es la historia de un polluelo de gaviota al que le habían recortado cruelmente las alas, razón por que volaba bajo y cerca pero no excusa para renunciar a su libertad… ver
Capitales.
Consenso.
Érase una vez un domingo, una huelga, un consenso sin consensuar, un sindicalista en salmuera y un niño que quería jugar al fútbol. ver
Los míos.
Éxodo.
Esta es la historia de un nuevo éxodo hacia una nueva tierra prometida, una tierra como un jardín inglés, llena de color, vida, paz… y pan. ver
Agresión.
Érase una vez la historia de una agresión, o dos, y el derecho a la legítima defensa… en el patio del colegio o en la vida. ver
Duelo al sol.
Érase una vez un rey de Génova y una reina de Magerit que midieron sus fuerzas en un duelo al sol… ver
Up & Down.
Érase una vez un domingo de febrero en el que un hombre confesó, ante la estupefacción general, ¡qué cansada es la vida, coño!. ver
Infierno.
Jugueteaba con el viejo ejemplar de La Divina Comedia que había comprado, años atrás, en la Cuesta de Moyano; ya era viejo cuando se hizo con él y llevaba en su librería no menos de 1o años, hacía tiempo que … ver
Negativo.
Érase una vez la historia de un positivo malo y un negativo bueno (que el no a veces sabe rico…). ver
45.
¿Gato o tigre?
Érase una vez la historia de un café de sobremesa, o tres, con gato, tigre de agua, columna de opinión y periódico viejo. ver
Rebajas.
2022.
Érase una vez un año que, como tantos otros antes, empezaba como había terminado el anterior. 2022. ver
5 Cuentos de Navidad.
Feliz Navidad.
Esta es la historia de una Feliz Navidad cualquiera, cualquier diciembre de cualquier año y en cualquier casa. ver
Verdad o reto.
Sola.
Maleducados.
Esta es la historia de una abuela, Rosalía, una mañana de domingo en la que esperaba para comer a su hijo y a sus maleducados nietos. ver
Bomba.
Esta es la historia de algunas bombas que, al estallar, cambiaron la vida de la gente, cambiaron a la gente misma. ver
El saco sin fondo de las vidas salvadas.
El escribano errante.
Esta es la historia del escribano errante. Un mago de las palabras que lograba siempre lo que quería construyendo y deconstruyendo relatos… hasta que llegó a las puertas del cielo. ver
La nada.
Palabras huecas.
Érase una vez la historia de una tarde de domingo de palabras huecas, chupitos de tequila, sal y limón. Orwell estaba invitado. ver
Aplauso.
Español.
Érase una vez la indignada historia de un viejo filólogo español que recibió a sus nietos el día de la Hispanidad fumando en pipa. ver
Lo todavía no visto.
Érase una vez la historia de lo visto, lo todavía no visto y el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas. ver
Erupción.
Cuesta.
Érase una vez la historia del paseo más placentero que puede vivirse cuesta arriba… y cuesta abajo. ver
Endeavour.
Érase una vez la historia de un hombre que jamás utilizaba su nombre porque su nombre, Endeavour, lo definía y desnudaba frente al mundo… o porque no le daba la gana. ver
Distopía.
Érase una vez una distopía… una distopía aumentada que amenazaba con sepultar bajo el peso de su relato siglos de progreso y libertad. ver
Time.
Érase una vez la historia de una frase que no decía apenas nada diciéndolo, en realidad, todo: It’s the Time. Es el momento. ver
¡Ale-Hop!
Érase una vez la historia de unas vacaciones que eran más un tiempo de ocio una huída hacia el placer Mediterráneo y el buen rollo ¡Ale-Hop!. ver