Lo innombrable.

Lo innombrable es aquello que no se puede nombrar... pero ¿qué sucede cuando nada se puede nombrar?

  • facebook
  • Tweet
  • pinit
  • WhatsApp

Se levantó extrañamente tranquila, casi indolente, tan ligera que sentía que volaba aunque caminaba arrastrando los pies; miró a sus niños dormir en sus camas y sonrió, no sabía muy bien por qué pero sonreía… no es que no tuviese nada en la cabeza, en realidad la sentía atiborrada de cosas que le resultaban tan familiares como desconocidas, que le eran tan propias como ajenas, que eran tan suyas como de nadie… Aquella mañana no podía entenderse, de hecho ni tan siquiera podía pensarse ni pensar y si no perdía la calma y el norte era solo por aquella indolencia con la que había amanecido.

Encendió la luz de la habitación de los niños y entró en la cocina pero en el escueto tramo de pasillo que separaba la cocina del resto de la casa la indolencia había empezado a revolverse; se sentó y esperó unos minutos que le parecieron horas a que todo lo que parecía revuelto en ella volviera a su lugar; miraba a su alrededor y sabía lo que tenía que hacer y cómo tenía que hacerlo ¡faltaría más! Solo se trataba de preparar el desayuno como cada día desde hacía ni sabía cuántos años… Todo lo que había a su alrededor le resultaba no solo conocido sino además útil pero a la vez todo era extraño… porque todo había perdido su nombre.

Oyó un ruido a su espalda, pasos y algo más que pasos, un parloteo constante como el sonido de los animales en el zoo; se giró y vio a su marido entrar en la cocina, lo miró sorprendida, inquieta, cada vez más alterada; él parecía no darse cuenta de que algo era diferente aquella mañana, es más, parecía que para él nada lo era mientras ella sentía cada vez más fuerte una opresión en el pecho que le subía hacia la garganta, abrió la boca como si fuera a decir algo pero no articuló palabra, él en cambio seguía emitiendo sonidos que para ella eran como ruido de fondo, lo hacía además en uno tono cada vez más elevado… hasta que ella gritó, fue un chillido intenso, largo y profundo de los que no salen de la garganta sino del fondo del alma…

El rostro de su marido era un poema, había perdido el color, la miraba casi con miedo mientras se acercaba a ella y le tendía la mano… ahora en tono más suave y más bajo empezó de nuevo a emitir sonidos con su boca, sonidos que para ella eran poco más que ruido. Fue entonces cuando rompió a llorar y fue también entonces cuando su marido se dio cuenta de que los niños estaban en la puerta de la cocina, tenían el desconcierto pintado en la cara.

El mayor de los dos hermanos se acercó a su madre, el padre trató de impedirlo pero el pequeño se zafó de su abrazo, ignoró sus palabras y se abrazó a su madre, ella le correspondió e incluso pareció calmarse un poco; el padre intentó hablarles de nuevo, primero a la madre, después al niño y la miraba vacía de ambos fue la señal que le faltaba para saber que aquello no formaba parte del trajín de una mala mañana cualquiera… papá, dijo el pequeño que no se había movido de la puerta de la cocina, su padre miró hacia él y vio que se había hecho pis encima… Se acercó a él, lo cogió en brazos, lo abrazó y miró hacia su mujer y su hijo mayor, se habían sentado en el suelo, el niño en el regazo de la madre, sin decir palabra…

Papá, repitió el pequeño, ¿mamá también ha perdido las palabras? El padre lo miró desconcertado ¿qué quería decir realmente? Pero el pequeño se explicó enseguida, Pablo las perdió esta noche, se despertó y no tenía palabras pero se durmió otra vez… ¿mamá también perdió las palabras? Pensó, no sin cierta ironía, que tampoco fuera tan importante, al fin y al cabo él tenía todas sus palabras en la cabeza y no encontraba una que mereciera ser dicha en aquel preciso instante.

Oops

La versión más personal de todos nosotros, los que hacemos Loff.it. Hallazgos que nos gustan, nos inquietan, nos llenan, nos tocan y que queremos comentar contigo. Te los contamos de una forma distinta, próxima, como si estuviéramos sentados a una mesa tomando un café contigo.

Cancelado.+

Cancelado.

Respiró hondo, se tocó la cara, el pecho, los brazos... se sintió aliviado al descubrir que seguía vivo y siguió durmiendo. Tal vez estar cancelado no fuera tan malo. + ver

Newsletter

No te pierdas nada, que saber no ocupa lugar.