Tales

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Caín.+

Esta es la historia de Caín, un tuerto que quería ser rey de los otros y que, mientras señalaba la oscuridad del mundo, caía en el abismo de la pereza. + ver

Un lujo.+

Que no suene el despertador, que entre una brisa fresca por la ventana y mueva ligeramente la cortina, que el olor a café recién hecho inunde la casa, que suene la música, que brille el sol, amanecer… + ver

Esclavas.+

Las mujeres, como seres de fantasía de la historia interminable, iban desapareciendo al paso de la nada, eran borradas del mapa y de la historia, era como si nunca hubiesen existido, estaban muertas… pero seguían en pie. Y eran esclavas. + ver

Narciso.+

Narciso bien podría haber sido el hombre en busca de sentido… pero el sentido debió serle esquivo y se convirtió en el hombre en busca de venganza, en el hombre rabioso. + ver

Bataclan.+

El cálido manto de la fiesta pintada con maquillaje caro y música en directo ocultaba la sangre derramada, el dolor pasado, las ausencias presentes… Estaban en Bataclan. + ver

Libres.+

Nunca un sueño le había resultado tan reconfortante a pesar de la inquietud que había despertado en él… así es como deben soñar los hombres libres, pensó, cuando temen dejar de serlo. + ver

Truenos.+

Los truenos son solo ruido de fondo, un eco lejano de la tormenta que está por caer… o por disolverse en una tarde cualquiera de verano; los sustos llegan por otro lado… + ver

Calorina.+

44 grados a la sombra, dijo la mujer del tiempo sin despeinarse, sin que se le moviera una ceja, sin caerse de sus tacones y dejando helado de calorina a quienes la estaban escuchando… + ver

Tormenta.+

Mientras sonaban los truenos, brillaban los rayos y caían piedras heladas del cielo pensó: la primavera es lo que tiene… la sangre altera, sí, y la climatología también. + ver

Derecho.+

¡No hay derecho! la indignación lo animaba a gritar… y vaya si iba a gritar: en silencio, el domingo, frente a una urna y blandiendo el arma más poderosa: el voto. + ver

Bang.+

Bang. Un sonido seco, breve y fatal. Pero lo peor estaba por llegar, la traición, que llegaba silente y discretamente para echar sal en su herida y hacer eterno su dolor. + ver

Carlos III.+

El érase una vez de este cuento se escribió el 14 de noviembre de 1948, día en el que Isabel II paría a su primogénito, el hoy rey Carlos III del Reino Unido y soberano de los Reinos de la Mancomunidad de Naciones… + ver

Precipitarse.+

Había llegado el momento de precipitarse, el instante en el que debía dejar de fluir y sentar cátedra de pensamiento propio, solidificarse. Qué breve y terrible instante en el discurrir de una vida entera… + ver

D.+

El día que descubres que la vitamina D ha caído es el día en el que tu cuerpo te dice que se hace mayor… pero a pesar de todo recuerdas que no cualquier tiempo pasado fue mejor. + ver

Gol.+

Un gol es un gol. Aunque sea en propia puerta. Porque el aciago momento en el que el goleador se da cuenta de que ha marcado en propia puerta llega siempre demasiado tarde. + ver

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