Cuento de Navidad.
La Navidad es para los niños – pensaba todavía en duermevela tras una noche tan buena como cualquier otra… ver
▼ Lo último en The Sunday Tale
La Navidad es para los niños – pensaba todavía en duermevela tras una noche tan buena como cualquier otra… ver
Su cabeza giraba como el mundo y al contrario, desbocada y loca, envuelta en la urgencia y la prisa… ver
Un sol de otoño, casi invierno, se colaba en su cuarto aquel domingo y le regalaba un cálido despertar, como en un cuento … ver
Se acercó a la galería abrazándose a sí misma y su jersey, como protegiéndose del frío que no podía colarse por las ventanas cerradas … y se quedó allí, de pie … mirando la lluvia caer, escuchando el ulular del … ver
No sentía el abrazo de sus ropas … y esa ausencia del cariño de los tejidos era de todo punto insoportable… ver
«Sonaba Noa, Beautiful … mientras ella se enfundaba sus pantalones de cambiar el mundo y se subía a los zapatos de sentirse inmensa, …» ver
«Compró el Bistrotheque por impulso y apenas se había concedido ocasión para lucirlo pero París era, sin duda, el lugar …» ver
«Fundido en negro sobre el cielo en tan solo un instante, así anochecía en Meki; amanecer y anochecer …» ver
Sonrió sobre su copa helada antes de besar el dulce licor que contenía, sintió el delicioso sabor del vodka caramel …» ver
«Siempre había mantenido que no era buena idea acudir como soltero a casa de amigos casados … por muy viejos y buenos que fueran los amigos …» ver
«El sonido del timbre la sacó de su ensueño; estaba en su pequeña terraza recostada en una tumbona pero en realidad lejos, …» ver
«Su vida alrededor del mundo le había enseñado a soportar las escalas en los aeropuertos como algo más que tiempos muertos; …» ver
«Él llegó a Singapur con la tranquilidad propia de quien ha disfrutado el viaje … y tomado decisiones…» ver
«Cerró loff.it tras deleitarse un rato leyendo acerca de una nueva Harley y miró de nuevo la bola del mundo, …» ver
«Con los sentidos todavía gozosos tras su visita al arte de Antonio López, llegó, a última hora del día, al pequeño Chateau …» ver
«Feliz como sólo puede uno sentirse las tardes de verano, dejando a su paso un sutil rastro de Jasmin Noir y con un arcoiris y un flamenco en sus manos, caminaba sin prisa …» ver
«Se acostó agotada, exhausta de emociones e ilusiones, sintiendo todavía una mezcla de embriaguez y resaca tras tanto brindis, tanta copa …» ver
«Jamás había visto muebles tan vividos; el calor del sol, el rumor de las olas, la sal, la fuerza de las gentes del mar, su alma sufrida …» ver