Ciencia Humana
Detrás de cada avance científico hay una mirada, un olor, una historia. Hay alguien que se miraba al espejo, que se equivocaba, que se obsesionaba... alguien humano. Conocer el aspecto humano de la ciencia es el objetivo, si además se abre una sonrisa o se provoca una reflexión, mucho mejor. De la mano de María Blanco.
▼ Lo último en Ciencia Humana
Kurt Gödel: esta frase no verbo.
Su inquietud mental y la imperiosa necesidad de entenderlo todo le condujo a situaciones increíbles. ver
William Whewell, en el nombre de la ciencia.
Fue quien abandonó para siempre la denominación de «filósofo natural» para referirse a un científico ver
Maria Margarethe Kirch, la ciencia frente al prejuicio.
No era excepcional que hubiera mujeres astrónomas y en la Alemania de nuestra protagonista había varias. Pero ella tenía un talento especial. ver
Jean-Daniel Colladon, de la luz, el camino y el conocimiento.
Otto von Guericke y la ciencia del vacío.
Mary Somerville. La reina de las ciencias.
«A veces encuentro (los problemas matemáticos) difíciles, pero mi vieja obstinación permanece, de manera que si no tengo éxito hoy, los ataco al día siguiente» ver
William Moulton Marston y la “Mujer Maravillas”
Inventó un dispositivo que medía la alteración en la presión sanguínea cuando cambiaba el estado de ánimo, siendo el precursor del polígrafo. ver
Nikola Tesla y la ciencia védica.
Es inventor de la corriente alterna, de la transmisión eléctrica sin cables, de mil avances más. ver
William Ramsay, el más noble de los químicos.
Sir William Ramsay obtenía el Premio Nobel de Química por el descubrimiento de los llamados “gases nobles” como el argón, el neón, el xenón o el kriptón. ver
Franz Joseph Gall y el espejo del alma criminal.
Hablar de Gall, padre de la frenología, es adentrarse en las arenas movedizas de la frontera de la ciencia… ver
George Berkeley, la fama del alquitrán.
Trótula de Salerno
Petit, el científico olvidado en las trincheras
Esta es la historia del hombre que descubrió la técnica quirúrgica exitosa para operar cataratas. ver
Charles Dodgson y el síndrome de Alicia
Si la energía ni se crea ni se destruye, para Charles Dodgson, o Lewis Carrol, el dolor también puede transformarse en placer para otros. ver
Max Planck, energía humana.
Perseverar y seguir trabajando, su lema, fue el secreto de su vida, el motor que le ayudó en los peores momentos. ver
Fermat. El matemático amateur.
El nombre de Pierre de Fermat (1601-1665) está asociado inevitablemente a su teorema matemático, un enigma que ha mantenido en vilo a los matemáticos durante trescientos años porque el autor lo enunció sin demostrarlo. El misterio lo completa el que … ver
Philo Farnsworth y la verdadera magia de la televisión.
No hubo obstáculo que estuviera a la altura de su ilusión y su esfuerzo. Era un pensador “out of the box”, y un infatigable trabajador. ver
Claudio Ptolomeo, cuando éramos el centro del universo.
La justificación de un error, por grueso que sea, también debe encerrar belleza, como el sistema ptolemáico. ver
Émilie de Châtelet, la científica cortesana.
Konrad Lorenz, el Nobel nazi.
Emanuel Goldberg, el judío errante.
Jean-Martin Charcot, el Napoleón de la neurosis.
No todo el mundo sabe que Charcot, el dominante neurólogo, austero y reservado, sentía un profundo amor por los animales… ver
Agnódice, la primera ginecóloga.
Con el pelo cortado y vestimenta masculina, se fue a Alejandría a estudiar medicina con Herófilo, uno de los grandes… ver
Richard Feynman, el percusionista de la Física.
Barbara McClintock, una espera de treinta años.
Nikola Tesla, vínculos sin hilos.
Todo. Lo que se ha escrito sobre Tesla, sus extravagancias, sus inventos, su genio centroeuropeo es todo lo que se puede escribir. ver
Jorge Reynolds y los corazones de las ballenas.
Carl Gustav Jung y la memoria del futuro.
Para Jung, las sincronías deben servir para enseñarnos, para ser interpretadas y aprovechadas en nuestro propio beneficio. ver
Aimé Bonpland: el buscador de la naturaleza, buscado por amor.
Adeline partió de Río, atravesó Brasil, el Mato Grosso, dobló el Cabo de Hornos, llegó a Lima y a La Paz… Tras Aimé. ver
Imhotep, el Elvis Presley de la medicina egipcia.
No todo el mundo puede alardear de salir en las fantásticas historias de Astérix y Obélix creadas por Goscinny… ver
Li Zhi, matemática china a pesar de Gengis Khan.
John Dee, la ciencia, la mágica y el Imperio Británico.
Benoît Mandelbrot, el universo fractal.
No nos hallamos ante el típico matemático que con 18 años llega a la cima de su carrera. Era un cincuentón cuando publicó su trabajo sobre fractales. ver
Dmitri Mendeleev, días de química y hambre.
Mendeleev es el caso del sabio que no fue profeta en su tierra. Logró el reconocimiento europeo mucho antes de que le tuvieran en cuenta en Rusia. ver
Louis Frederick Fieser, la química del bien y del mal.
Louis Frederick Fiese era un científico preocupado por la comunicación del saber, por el estilo al escribir sobre Química. ver
Leonardo, la ciencia de la belleza que te rodea.
¿Dónde estaría Da Vinci en el siglo XXI? En el sur. El espiritual. El que mira la belleza que te rodea. ver
René Descartes, el científico del método y de muchas cosas más.
Para el mundo, es el filósofo que afirmó «Pienso, luego existo» sin que la mayoría sepa lo que eso implica. Y mientras se lo plantean, dan fe de su existencia. ver
Georg Cantor, el señor de los conjuntos infinitos.
Georg Cantor trabajó en la teoría de conjuntos, los definió y utilizó para explicar el universo matemático. ver
Los instintos estéticos de Santiago Ramón y Cajal.
Premio Nobel de Medicina. Cuando recibió la llamada telefónica comunicándole la noticia, pensó que era una broma de sus alumnos y volvió a la cama. ver
C. R. Rao, la leyenda viva de la Estadística.
Tatiana Rosenthal, el psicoanálisis en la Unión Soviética.
Tras un sorprendente éxito en los comienzos de la Revolución Rusa, el psicoanálisis muere con la llegada de Lenin a la Estación de Finlandia. ver
Georg von Békésy, el mecánico del oído interno.
Léon Walras, los economistas también lloran.
No tuvo el reconocimiento de sus contemporáneos… el empleo de las matemáticas en economía era algo demasiado nuevo en la Francia del XIX. ver
William Maurice Ewing: el científico de las profundidades marinas.
El análisis del suelo marino le permitió desarrollar un esbozo de la teoría de las plataformas continentales. Pero lo más interesante estaba por llegar. ver
Dimitri Fedorovich Egorov, la mística y la matemática.
Ignaz Philipp Semmelweis o los gestos que salvan vidas.
Semmelweis murió en brazos de su maestro confirmando la necesidad de guardar medidas higiénicas en la atención a los partos. ver
Giovanni Battista Baliani, la efervescencia de la ciencia renacentista.
Baliani no es un científico reputado de los que salen en los libros de historia, más que de forma marginal. ver
Augustus de Morgan: independencia académica.
La historia de Augustus de Morgan se puede resumir en una palabra: congruencia. Renunció al éxito oficial con tal de no traicionarse a sí mismo. ver
Claude Shannon, el hombre que logró atrapar la información.
Lo mejor de Claude Shannon era su imaginación, su capacidad para poner en práctica lo que otros llamarían fantasías. ver