La berenjena es un alimento bajo en calorías y prácticamente libre en grasas. Es una hortaliza con mucha agua y mucho potasio; rigida por fuera y cremosa y suave por dentro. Tiene un sabor fuerte y picante que a mi personalmente me apasiona, combina con casi todos los ingredientes y la puedes preparar de muchas maneras: enharinada y frita en aceite, a la plancha con una pizca de sal y pimienta, horneada con chile y miel, en milhojas, rellena de carne, pescado, arroz…. incluso puedes hacer una crujiente pizza o un fabuloso pastel de berenjena. En todas sus versiones es una hortaliza que siempre te va a sorprender.
Pero hoy vamos a convertir a la versátil berenjena en bellas flores y conseguir dos sabores muy diferentes: unas preparadas con aceite de oliva, sal, pimentón y panceta y otras con un aromático aceite de albahaca y mozzarella. Las dos tienen un sabor intenso y penetrante que podrás completar con un queso parmesano recién rallado. No te resistas a prepararlas, porque si lo haces tienes mucho que perder.
Ingredientes para cuatro personas: 4 berenjenas, 4 tiras de panceta, 300 gramos de mozzarella, pimentón dulce, queso parmesano, aceite de oliva, sal, pimienta y aceite de albahaca.
Corta la panceta en pequeños dados y fríela en una sartén con una cucharada de aceite de oliva durante 2 o 3 minutos. Corta también la mozzarella y reserva.
Para hacer las primeras flores extiende varias rodajas de berenjena; pincela con aceite de oliva, espolvorea una pizca de pimentón, otra de sal y esparce la panceta. Ve enrrollando una sobre otra y verás como poco a poco se va formando una bonita flor. Une con una palito de brocheta y coloca sobre tu molde previamente untado en aceite.
Las otras flores las vamos a rellenar de mozzarella y aceite de albahaca.
Ya sabéis que para hacer aceite de albahaca solo tenéis que poner en un vaso batidor varias hojas de albahaca, un gajo de limón en aceite y aceite de oliva, triturar y pasar el resultado por un colador de tela. Este aceite lo podréis usar para ensaladas, pescados, pasta y todo lo que queráis porque está buenísimo.
Al igual que las primeras flores extiende las rodajas de berenjenas y pincela con aceite de albahaca esparce el queso, enrolla y sigue el mismo procedimiento que las anteriores.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.
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