Donde hay niños siempre hay imaginación, fantasía y risas. Así que si queréis que este halloween vuestros hijos disfruten de lo lindo, os animo a que preparéis con ellos esta receta de pimientos rellenos para que la noche más terrorífica del año sea igual de sabrosa como divertida.
Estos pimientos están rellenos de pasta y una estupenda salsa boloñesa, lo que va hacer que la cena de halloween, aparte de ser muy terrorífica, también sea muy tranquila ya que a casi todos los niños les encanta esta receta.
Mi salsa boloñesa, lleva cebolla, pimiento rojo, zanahoria, ajo, pimiento verde, tomates triturados, parmesano rallado, y unas frescas hojas de orégano para perfumar este clásico italiano y por su puesto, carne de ternera. Toda la verdura está cocinada muy lentamente hasta conseguir prácticamente un puré, lo que hará que los más pequeños apenas la noten.
Los pimientos morrones son ideales para poder hacer caras, ya que una vez cocinados se mantienen erguidos a la vez que tiernos. Además, los hay de colores, lo que os va a permitir presentar una fuente de lo más variada y divertida.
También podéis mezclar varios tipos de pasta y así tener más opciones para decorarlos. De todos modos, no os preocupéis porque la imaginación de los niños os ayudará a conseguir unos perfectos y terroríficos pimientos rellenos para la noche más oscura: ¡halloweeeeeennnn!
Receta: Unos geniales y divertidos pimientos rellenos para Halloween.
Ponemos a cocer los tres tipos de pasta en agua hirviendo y escurrimos 3 minutos antes del tiempo que marca el fabricante. Esto lo hacemos porque luego se terminarán de hacer en el horno y así no se nos quedará una pasta al dente.
Cortamos en pequeños dados la cebolla, el pimiento rojo, el verde, la zanahoria, las hojas frescas de orégano, el ajo y cocinamos suavemente en una sartén con 4 cucharadas de aceite de oliva hasta que estén todas muy suaves y muy, muy tiernas.
Cuando la carne empiece a cambiar de color, trituramos los tomates y los añadimos, se mantiene en fuego medio unos 10-12 minutos más, revolviendo de vez en cuando.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.
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