Descubrir que los mejores garbanzos que he comido nunca están en Madrid, me hace sentir bien orgullosa. Si, si, ¡en Madrid! A pocos kilómetros de nuestra ciudad puedes encontrar garbanzos Daganzo y a la familia de agricultores responsable de esta delicia.
Ellos se han dedicado desde hace varias generaciones a sembrar esta legumbre y a rescatar la tradición, teniendo siempre muy presente el respeto al medio ambiente; rotando cultivos, haciendo mínimo laborea y evitando el uso de herbicidas, han conseguido un producto de altísima calidad que a mi personalmente me llena de confianza y hace que me declare fan incondicional de sus garbanzos.
Tienen distintas variedades, a cual mejor, pero el pedrosillano es mi favorito. Tiene una piel muy fina y delicada que no se desprende al cocinarlo, su textura es tierna y cremosa, de sabor intenso, y absorben magistralmente todos los aromas y sabores del guiso.
Si tú también quieres saborear el pedigrí de estos garbanzos solo tienes que escribirles y te los llevan a casa. y una vez los tengas podrás cocinar mi receta de wrap de garbanzos con hummus de ajo y eneldo. Un plato verdaderamente grandioso que hará que te enamores de ellos en la primera cita.
Receta: Wrap de garbanzos con hummus de ajo y eneldo.
Para cocer los garbanzos: 300 gramos de garbanzos daganzo, 1 cebolla entera, 3 dientes de ajo, 1 hoja de laurel y unas hebras de azafrán.
Para aderezar los garbanzos: 250 gramos de garbanzos cocidos, 1 cebolla roja, 2 dientes de ajo, 1 cdta. de semillas de comino, sal, pimienta, una cd. de pimentón dulce, 1 cd. de sal de ajo, una pizca de canela en polvo y aceite de oliva.
Para el hummus de eneldo:
1 taza de garbanzos cocidos, 2 cucharadas de pasta de sésamo, 1 diente de ajo, hojas frescas de eneldo o en especia, 2 cucharadas de yogurt griego, el zumo de una lima, sal, 1 cucharada de semillas de comino, semillas de sésamo y 2 cucharadas de aceite de oliva.
Para hacer el wrap: 8 tortillas de trigo, los garbanzos aderezados, tomates cherry, hojas frescas de lechuga batavia, perejil,, confitura de pimiento rojo y algunos copos de chile.
La noche anterior pon los garbanzos a remojo para que comiencen su hidratación.
Por la mañana retira el agua y pon a hervir agua fresca en una cazuela junto a una cebolla pelada, 3 dientes de ajo sin pelar, la hoja de laurel y unas hebras de azafrán. Cuando comience a burbujear añade los garbanzos y cierra con la tapadera.
Si usas olla rápida una vez suban las anillas baja la intensidad del fuego y deja unos 15 minutos. Si decides cocinarlos en cazuela convencional mantén el fuego medio durante 40-50 minutos o hasta que veas que están tiernos.
Una vez listos escurre y reserva. (Guarda un vasito del agua de cocción por si el hummus te queda muy espeso, poder añadirlo y conseguir una textura más ligera).
En una sartén pon una fina cama de aceite de oliva y rehoga la cebolla roja y los ajos cortados en láminas. (reserva algunos pétalos de cebolla para añadirla en crudo).
Cuando empiece a oler rico añade las semillas de comino y deja que se tuesten, seguidamente fríe el pimentón y mezcla para que todos los sabores se fusionen. Después vuelca los garbanzos, añade una pizca de canela en polvo, sala al gusto y cocina todo junto hasta que algunos de los garbanzos se tornen dorados y algunos de ellos consigan una fina capa crujiente.
Estos garbanzos quedan realmente espectaculares, se mantienen intactos y firmes después de trabajar con ellos vuelta que te vuelta, conservan perfectamente su suave y sabrosa textura interior ¡Bárbaros!
Pon todos los ingredientes en un procesador de alimentos y bate hasta conseguir una suave y homogénea crema. Prueba y rectifica al gusto. Si te queda muy espeso añade un poquito del caldo de los garbanzos.
Momento de aderezar tu confitura de pimientos rojos con unos pocos copos de chile y darle ese toque picante que a mi me apasiona. Si tú no eres muy amante del picante sencillamente no lo pongas.
Ahora calienta la tortila en el microondas unos 8-10 segundos y colócala en un plato. Extiende una cucharadita de confitura de pimiento rojo, coloca unas hojas de lechuga, los cherry cortados en gajos y después pon los garbanzos fritos.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.
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