The Papas…
Teresa es siempre protagonista, y yo soy quien escribe. Así que en la mayor parte de las historias, el gran ausente es Jorge...
Hace tiempo que vengo dándole vueltas a una cosa. Todos los sábados nos reunimos aquí Jorge y yo, con vosotros, para contaros nuestras aventuras familiares. Esas que tienen que ver con el crecimiento de Teresa y con cómo nos estamos adaptando nosotros a todos los cambios que ella ha supuesto en nuestras vidas.
Pero después de leer algunos de los relatos, me he dado cuenta de algo que me ha hecho pensar.
Teresa es siempre protagonista, y yo soy quien escribe. Así que en la mayor parte de las historias, el gran ausente es Jorge, y esto quiero solucionarlo contando una pequeña historia.
Durante los primeros meses de nuestra experiencia como padres, y hasta hace sólo dos, a Jorge le preocupaba que Teresa sólo se calmara en mis brazos. Algo que yo solía justificarle con la típica charla sobre el apego. El que se genera a través del vínculo alimenticio, y de pasar todo el día juntas. Y cuando digo todo, es todo, sin ninguna excepción.
Su preocupación era grande. Pensaba que por su trabajo no podía pasar tanto tiempo con ella como debería, y esta inquietud se la llegó a transmitir incluso a nuestra pediatra, a Lucía. Y aquí vino la revelación. Ella, muy natural y con mucha gracia le dijo “descuida, que las niñas hasta el año son de las madres, pero en cuanto cumplen el añito, ya es todo Papá”.
Y que razón tenía. Desde hace dos meses todo es Papá. Ya sea que quiera que le acerque algo, que tenga hambre, que la pongas en el suelo… Porque todo eso va seguido de una retahíla de pa pa pa pa pa. Pero no es sólo lo que verbaliza, sino que la verdad es que la relación que hay ahora entre ellos es muy especial.
Sólo con verle a Teresa se le pone una sonrisa de esas de derretirte. Y claro, él se derrite. Y yo, cuando veo cómo cada vez están más unidos.
Ella le busca constantemente, gatea a sus brazos y no para de reír cuando juegan. Así que es cierto, cuando el año se acerca, Papá toma más protagonismo, así que aquí no iba a ser menos.