Las horribles llamas de aquella pira de Verdi.
Il trovatore forma parte de la conocida como trilogía popular de Verdi, período iniciado con Rigoletto y culminado con La traviata.
Con una gitana devorada por las llamas comienza una terrible venganza a la Verdi musicó. Acusada de encantar al hijo menor del conde de Luna, es condenada a morir en la hoguera a pesar de su inocencia. En el instante final reclama venganza a su hija Azucena, que rapta a Manrico, el segundo hijo del conde, para quemarlo vivo. Por equivocación, en lugar de lanzar a ese niño, lanza al suyo propio. Desde entonces, Manrico es criado como hijo de Azucena.
Años más tarde, el hijo del viejo conde de luna y hermano de Manrico, se enamora de Leonora, dama de honor de la princesa de Aragón, que está enamorada de Manrico. Entre los dos se entabla una rivalidad que sólo se resolverá con la muerte.
Este es la enmarañada trama de Il Trovatore, ópera en cuatro actos de Giuseppe Verdi y libreto en italiano del respetado libretista Salvatore Cammarano, basada en la obra de teatro homónima del dramaturgo español Antonio García Gutiérrez. La historia se desarrolla a principios del siglo XV entre Vizcaya y Aragón, en el marco de la revuelta de Jaime de Urgel contra Fernando de Antequera, como resultado del conocido Compromiso de Caspe al que se llegó después de la muerte sin hijos de Martín el Humano.
Il trovatore forma parte de la conocida como trilogía popular de Verdi, período iniciado con Rigoletto y culminado con La traviata que marca su distanciamiento definitivo del primer romanticismo. Cammarano, cuyas ideas estilísticas corrían por distintos caminos a las de Verdi, murió poco antes de terminar el libreto, lo que permitió al compositor ordenar la realización de revisiones significativas.
Il Trovatore es la menos evolucionada de las tres. Su trama continúa siendo medieval y existe el típico triángulo amoroso entre un tenor y una soprano entre los que se interpone un barítono que hace el papel de rival. Pero la obra refleja la nueva orientación belcantista que Verdi había emprendido en esos años y también el realismo centrado en la gigantesca figura de la gitana Azucena.
Su estreno tuvo lugar el 19 de enero de 1853 en el Teatro Apolo de Roma, desde donde comenzó una marcha victoriosa a través del mundo operístico. De ritmo continuado y frenético, Il trovatore presenta temas como la pasión, la venganza, el honor y la muerte. Eso es lo que hace que, en el siglo y medio de existencia de esta obra, no haya remitido su popularidad.
En Il Trovatore se encuentran algunas de las mejores arias, dúos, concertantes y coros de la historia de género operístico: Mal reggendo al aspro asalto, D`amor sull’ ali rose, Il coro degli zingari, y por supuesto Di quella pira l’orrendo foco / Las horribles llamas de aquella pira, bella e inspirada melodía que entona Manrico cuando le informan de que Azucena será conducida a la hoguera.