Se acabó la diversión, llegó el Comandante y mandó parar.
El pasado 20 de julio se reabrieron las respectivas embajadas en La Habana y Washington.
Como es sabido, la fecha precisa en que se iniciaron las acciones revolucionarias que culminaron el primero de enero de 1959, fue el 26 de julio de 1953. Un grupo de hombres dirigidos por Fidel Castro atacó la madrugada de ese día el cuartel Moncada, en la provincia de Oriente. El ataque fue un fracaso, el fracaso se transformó en desastre y los sobrevivientes fueron a parar a la cárcel, para reiniciar, luego de ser amnistiados, la lucha revolucionaria.
Ernesto Che Guevara, 1965.
Desde que Cristóbal Colón encontrase nuevas tierras incorporó esa parte del mundo al mercantilismo capitalista en formación, imponiéndose un vinculo colonial centro-periferia que se mantuvo inalterado durante más de cuatro siglos. Ese dependencia se fue adaptando a las diversas fases del capitalismo, hasta que el advenimiento de la hegemonía norteamericana, el surgimiento del socialismo y la progresiva rebeldía de los oprimidos aportaron un nuevo contenido a esa relación. Al papel que hasta entonces le tocado jugar a América Latina como proveedor de materias primas, se fueron agregando nuevas funciones políticas, económicas y militares que la convirtieron en zona reservada del gobierno estadounidense, que impuso un reordenamiento de acuerdo con sus propias necesidades, asentado en una supeditación orgánica garantizada por los estados y los ejércitos locales. En el Caribe, histórica frontera entre potencias coloniales, la influencia norteamericana se hizo patente en los albores del siglo XX, llegando a convertir a algunas islas en lo que se ha dado en llamar el patio trasero de Norteamérica.
Siguiendo el aforismo de Marx los hombres hacen su propia historia, pero en condiciones dadas y heredadas del pasado, la visión mas difundida de la revolución cubana parte del análisis de la dictadura de Fulgencio Batista y el asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Pero a la mínima exploración de ese pasado, lo primero que salta a la vista es que el proceso no se inicia en aquella dictadura y en aquella gesta heroica, sino cuando los cubanos se empeñaron en conquistar la independencia política de España, a mitad del siglo XIX. Estos movimientos insurgentes, íntimamente ligados a una nítida conciencia antiimperialista, fueron forjando el espíritu nacional que terminarían promoviendo, en plena Guerra Fría, la necesidad histórica de cambio social real. Para los barbudos, su revolución venía a demostrar que la satelización y la dependencia no era destino ineludible, además de señalarles, a su buen entender, el camino que les llevaría a un desarrollo acelerado que resolvería el subdesarrollo. Este acontecimiento rompió el eslabón más fuerte del sistema hegemónico de los Estados Unidos, en primera instancia, desde los posicionamientos nacionalistas del Patria o muerte en los que el socialismo no aparecía por ningún lado.
Alcanzado el poder, en su único viaje a los Estados Unidos Fidel Castro llegó a decir nosotros no somos comunistas. Pero, al mismo tiempo, hacía tiempo que en la región había comenzado a dibujarse una nueva frontera política, económica y militar desplazada hacia el Caribe, fuente de fuertes tensiones internacionales como no se tardaría en comprobar en Bahía Cochinos, en Playa Girón , o en la crisis de los misiles de octubre de 1962. Fue entonces cuando Fidel pronunció su famoso discurso Os tengo que decir, por encima de todo, que todos somos marxistas-leninistas y cuando Cuba se convirtió, a 90 millas de los Estados Unidos, en avanzadilla del socialismo mundial frente al capitalismo.
Más de cincuenta años después de luces y sombras, unos persiguiendo la gran utopía del siglo XX -unir socialismo real y democracia-, y otros arremetiendo mediante el bloqueo económico, comercial y financiero a todo un pueblo, el Financial Times publicó un editorial en el que insta a la Casa Blanca a modificar su política con Cuba. En mayo de 2014 bajo el titulo Support Civil Society in Cuba, 44 personalidades relevantes enviaban una carta abierta a Obama con recomendaciones para promover unas nuevas relaciones con la sociedad cubana. También, al contrario de lo que hiciera su mismísimo marido, Hillary Clinton ha asegurado que le pidió al presidente Obama que reconsiderase el embargo contra la isla. El pasado 20 de julio se reabrieron las respectivas embajadas en Washington y La Habana. Fidel, el hombre más sexy del mundo según la Primera Dama canadiense Margaret Trudeau, es ahora un anciano retirado. Con el paso del tiempo uno no tiene el cuerpo para ocupar cargos públicos. El embargo ha dejado de ser rentable y a la revolución le toca reinventarse.