Son mis amigas.

Esa delicia que es compartir y ser cómplice.

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Con el sonido del folk rock, Amaral cantaba a sus amigos, y de ese estribillo sale hoy este Oops. De ahí y de la cena que después de muchos meses volvimos a tener las modern mummies. Ese grupo que formamos tres amigas, madres primerizas y trabajadoras.

En nuestros comienzos, con periodo de lactancia mediante, sacábamos tiempo para brunchs, paseos y algún café entre semana, porque nos apetecía compartir la experiencia y porque nos animaba mucho sabernos cerca, en esos momentos de torbellino que es criar a un hijo.

Pero han pasado los meses, y el año, y con el retomar del trabajo todo se nos ha complicado. Y aunque hacemos lo posible por vernos, hacía muchísimo que no estábamos las tres, solas, cenando.

Así que el jueves pasado fue nuestra noche, con cena fusión entre México y Japón, y tres horas de conversaciones, risas, complicidad y una queja: que en esos 180 minutos sólo estuvimos hablando  de nuestros hijos.

Y es que Gonzalo, Daniela y Teresa son ahora nuestro mundo, todo gira en torno a ellos, sus progresos son nuestras conversaciones y su salud nuestra máxima preocupación. Eso dedujimos después de hablar de hábitos de comida, picaresca infantil y comentar frases como “cuanto mayores son los hijos, mayores son los problemas”. Que ahí la dejo sin ánimo de bajar el ánimo a nadie, pero sí para relativizar, que nunca nada es tanto ni tan dramático.

La cena fue de diez, por la compañía, porque después de tanto tiempo sin estar a solas, todo seguía estando igual. Porque como canta Eva, ellas son mis amigas por encima de todas las cosas.

Oops

La versión más personal de todos nosotros, los que hacemos Loff.it. Hallazgos que nos gustan, nos inquietan, nos llenan, nos tocan y que queremos comentar contigo. Te los contamos de una forma distinta, próxima, como si estuviéramos sentados a una mesa tomando un café contigo.

Caín.+

Caín.

Esta es la historia de Caín, un tuerto que quería ser rey de los otros y que, mientras señalaba la oscuridad del mundo, caía en el abismo de la pereza. + ver

Un lujo.+

Un lujo.

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Esclavas.

Las mujeres, como seres de fantasía de la historia interminable, iban desapareciendo al paso de la nada, eran borradas del mapa y de la historia, era como si nunca hubiesen existido, estaban muertas... pero seguían en pie. Y eran esclavas. + ver

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