La cazadora de cometas.
Bajita, pobre y fea, probablemente habría terminado siendo fregona en Hannover, su ciudad natal, pero...
Era la quinta de seis hijos. Nieta de un jardinero y paisajista alemán e hija de un músico venido a menos, nadie apostaba por su futuro después que, a los tres años, la varicela marcara su cara, deformara su ojo izquierdo y el tifus limitara su crecimiento a 1,30 metros de estatura. Bajita, pobre y fea, probablemente habría terminado siendo fregona en Hannover, su ciudad natal.
Hablo de Caroline Herschel (1750-1848), hermana del astrónomo real William Herschel. Caroline no solamente fue ama de llaves, secretaria y asistente de su hermano, sino que, de su mano, se convirtió en la primera mujer astrónoma, fabricante de telescopios, la primera científica en obtener una renta real de Jorge III de Inglaterra, la primera mujer en ser miembro honorífico de la Royal Astronomical Society, cuya Medalla de Oro recibió en 1828. También fue miembro de la Real Academia Irlandesa y en 1846 recibió la Medalla de Oro de las Ciencias del rey Federico-Guillermo IV de Prusia.
No está mal para el patito feo de los Herschel.
Todo empezó cuando Isaak, el pater familia, decidió mandar a William a Inglaterra a formarse y triunfar como músico. El joven, en una de sus visitas a la familia decidió rescatar a la pequeña Lina y llevársela como ama de llaves. La enseñó a cantar, la paseó por las mejores Opera House de Bath como cantante. Y, cuando él decidió cambiar la afición diurna musical por la afición nocturna de estudiar estrellas, su hermana favorita decidió ayudarle en todo lo que pudiera. Él la enseñó a pulir cristales y a montar telescopios, ella anotaba todas las observaciones, noche tras noche, mes tras mes, año tras año. Hasta que se decidió a realizar sus propias observaciones. Caroline Herschel, sola, descubrió ocho cometas, elaboró un catálogo de nebulosas muy importante en su época. A la muerte de su hermano, reeputadísimo astrónomo, ella volvió a Hanover y siguió con su actividad científica. Fue una mujer longeva y vivió para recibir todo el reconocimiento que su esfuerzo y tesón merecían.