Vídeos

cerrar

Erwin Schrödinger: la moral y la ciencia.

Erwin Schrödiner es el científico austriaco que se suele asociar a un animal: el gato.

  • facebook
  • Tweet
  • pinit
  • WhatsApp

Así, la tarea no es tanto ver lo que los demás no pueden ver, sino pensar lo que nadie hasta ahora ha pensado, sobre lo que todos ven.  Erwin Schrödinger Erwin Schrödiner (1887-1961), es el científico austriaco que se suele asociar a un animal: el gato. Pero fue el ganador del Nobel en Física por su modelo atómico cuando contaba con 48 años. En su obra de 1935, The present situation in quantum mechanics, se le ocurrió un experimento con la intención de demostrar lo radicalmente distinto que era el ámbito de la teoría cuántica del mundo real. Él defendía que el electrón existe en un número de estados diferentes y describió la función que incorporaba la probabilidad de que un electrón se encontrara en cada uno de ellos en un instante determinado. Es la función de onda conocida como Función de Schrödinger. Esta teoría tenía implicaciones curiosas. Según la física tradicional, un átomo de material radiactivo tiene una determinada probabilidad de desintegrarse en un período de tiempo dado, de manera que, intuitivamente, podríamos concluir que un átomo en particular o bien se ha deteriorado, o no lo ha hecho. Pero, sin embargo, en la física cuántica, el átomo puede ser ambas cosas a la vez. Y para demostrar esa paradoja ideó un experimento con un gato. Se trataba de meter un gato en una caja sellada que contiene un mecanismo mediante el cual se libera un gas letal que mata al gato.  Pero ese mecanismo se activa cuando sucede un evento al azar como la desintegración del átomo. La teoría cuántica defendía que el gato podía estar muerto y vivo a la vez. Pero además de sus brillantes teorías físicas sobre el modelo atómico, Schrödinger escribió en profundidad acerca de sus convicciones hinduistas, fruto de su admiración por Schopenauer, que explicaban que solamente existe una única conciencia universal sin divisiones y consideraban la materia como una ilusión; se interesó por la teoría de los colores y por la genética, siendo uno de los pioneros de la idea de que la información genética estaba en una molécula. A pesar del curriculum, del premio Nobel, de su capacidad como profesor y de su potencial como investigador, fue rechazado en algunos círculos académicos y se le cerraron las puertas de varios departamentos universitarios por su vida amorosa poco convencional. Casado con Annemarie Bertel en 1920 cuando consiguió su plaza de profesor asistente en la Universidad de Jena, mantuvo una relación de compañerismo y amistad durante los cuarenta y un años que duró el matrimonio, pero la fidelidad no fue una característica de la pareja. Convencido de que el matrimonio burgués suponía la muerte del enamramiento dedicó su vida personal a encontrar una y otra vez este sentimiento, el enamoramiento, en cada mujer con la que tenía una relación. Mantuvo numerosos romances y se enamoró profundamente en 1933 de Hilde March, la mujer de su asistente. Fue el año en el que ganó el Premio Nobel. Durante unos años vivió con su mujer y su amante y tuvo una hija con cada una. Tuvo historias de amor con las alumnas y durante su estancia en Irlanda tuvo otras dos hijas con otras dos mujeres. Anny, por su parte, mantuvo un largo idilio con André Weil, amigo de Schrödinger. La vida en Europa de los años 30 era un caldo de cultivo excelente para una vida de apariencias pero sin ataduras morales. El ejemplo de Schrödinger me lleva a preguntarme por las razones de los responsables universitarios que dejaron pasar de largo una mente tan brillante. ¿Seguimos en un mundo lleno de ataduras aparentes y relajación moral? Independientemente de la moral de cada cual ¿son las costumbres domésticas una razón para aceptar o rechazar a un científico? ¿es una recta moral una demostración de la probidad de un investigador? Y, yendo un poco más allá, o mejor dicho… más acá. ¿Existe aún en nuestras universidades, en nuestra sociedad, en el fuero interno de cada cual, esa tendencia a juzgar los logros profesionales atendiendo a cuestiones morales? ¿Debe ser la mujer del César sabia o parecer honrada?

Oops

La versión más personal de todos nosotros, los que hacemos Loff.it. Hallazgos que nos gustan, nos inquietan, nos llenan, nos tocan y que queremos comentar contigo. Te los contamos de una forma distinta, próxima, como si estuviéramos sentados a una mesa tomando un café contigo.

Caín.+

Caín.

Esta es la historia de Caín, un tuerto que quería ser rey de los otros y que, mientras señalaba la oscuridad del mundo, caía en el abismo de la pereza. + ver

Un lujo.+

Un lujo.

Que no suene el despertador, que entre una brisa fresca por la ventana y mueva ligeramente la cortina, que el olor a café recién hecho inunde la casa, que suene la música, que brille el sol, amanecer... + ver

Esclavas.+

Esclavas.

Las mujeres, como seres de fantasía de la historia interminable, iban desapareciendo al paso de la nada, eran borradas del mapa y de la historia, era como si nunca hubiesen existido, estaban muertas... pero seguían en pie. Y eran esclavas. + ver

Newsletter

No te pierdas nada, que saber no ocupa lugar.