Simbiosis.
Nosotros nos sentimos orgullosos de nosotros.
Franz von Walsegg tenía una fea costumbre. El Conde firmaba la autoría de temas que encargaba a otros compositores y los ejecutaba en conciertos con la orquesta que mantenía entre el servicio en los salones del castillo de Gloggnitz en el que vivía, no muy lejos al sur de Viena, ¡Viena!, la ciudad que viviría el talento de Beethoven, Mahler, Haydn, Liszt, Mozart, Schubert… Apostaría a que Franz se sentía satisfecho, a tenor de aquella que le haría pasar a la historia. Muerta su esposa Anna a los 28 años de edad, apenado quiso un Réquiem para ella, uno magnífico que pudiera interpretar con la orquesta que alimentaba entre el servicio, pero como es de suponerle a quien se apropia de la autoría de la obra ajena, como poco su talento no le acompañaba, así que mandó encargar, como solía, uno, discretamente. A Mozart, ni más ni menos. Ajeno al modo en que pasaría a la historia, aquella fea costumbre le llevó a interpretarlo y dirigirlo como propio el 14 de diciembre de 1793.
* Si la incertidumbre del entorno es alta, las especies se generalizan y compiten por los recursos y el espacio.
Hace un par de semanas alguien me preguntó que cómo era que Adolfo Suárez escribiera en loff.it. Por supuesto, había error en la coincidencia de nombre y apellidos, algo con lo que ha debido bregar nuestro querido Cosecha, Adolfo Suárez, que nos deleita con su columna el 66 de Sunset Boulevard todas las tardes de los jueves y nos propone actividades interesantes para los fines de semana en el WeWeekend y que nada tiene que ver con el que fuera Presidente ni con su hijo. Este es el nuestro. Aquella pregunta rescató uno de los ítems de pequeños desarrollos pendientes de este loff.it nuestro, el de poner rostro a las firmas. Hoy, y desde hace días, sabes también cuando nos lees qué rostro tiene quien lo ha escrito.
Hace unas semanas más atrás tuvimos que recopilar y resumir todos los currículos de los colaboradores que hacen posible loff.it, y aunque siempre hemos sido conscientes del talento concentrado en este proyecto, la experiencia profesional acumulada entre unos y otros era tan espectacular que vimos necesario también que ésta estuviera más a mano en las lecturas y siempre. Por eso hemos ido más allá de la firma, más allá de un avatar, y hemos añadido sobre la imagen del autor y junto al acceso a su perfil (en el que está una breve reseña biográfica y todas sus publicaciones) un enlace directo a su Linkedin, su perfil profesional, su currículo. Por supuesto ya ha habido quien casi nos califica de temerarios por exponer el más valioso recurso de loff.it al mercado.
* Si la incertidumbre del entorno es baja, las especies se especializan y se reparten los recursos y el espacio para no competir.
Nosotros nos sentimos orgullosos de nosotros. Los unos de los otros y del todo, de la aportación individual y del logro colectivo. Nos apoyamos y nos alegramos con los triunfos de cada uno, nos emociona lo que ese logro colectivo aporta al desarrollo individual y por tanto nos hará felices a todos si ese enlace a linkedin ayuda a prosperar y a mejorar la vida, más allá de este pequeño y feliz espacio, de al menos uno de entre todo el talento único y creativo, proactivo y dinámico, y fundamental para haber llegado aquí con éxito. Aquí nadie se suma o atribuye lo ajeno porque no cabe en una relación simbiótica conscientes de que ésta no sería si así no fuera, o no podría de ningún modo ser lo que es hoy día. Y está la cuestión estética de no pasar a la historia como Walsegg, un feísmo imborrable por epitafio.
A los aforismos * de Jorge Wagensberg que acompañan este editorial («A mas cómo, menos por qué«. Metatemas, 2006) cabría ahora añadirle otro en los que en un entorno de alta incertidumbre la simbiosis permite la especialización y el reparto de los recursos y el espacio. Con éxito. A mayores, el éxito de esa simbiosis debería transcender lo local, lo puntual, lo concreto si en ello puede o simplemente cabe la posibilidad de que se encuentre el camino para sobrevivir en otros entornos de alta incertidumbre como el que globalmente nos afecta. O lo que es lo mismo, si el modelo que loff.it representa es válido, comencemos por compartir el conocimiento y el talento. Y ahí está, a disposición del mercado, mucho más allá de cualquier tipo de complejo.