Sin ellas la historia no está completa: ‘Las Sinsombrero’, la memoria desdeñada de la Generación del 27.

'Las sinsombrero' recupera el legado de varias mujeres, artistas y pensadoras de la generación del 27, determinante en la historia intelectual de nuestro país.

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El pasado 24 de abril Google homenajeaba a la que fue la gran pensadora española del siglo XX, María Zambrano. Ella, la alumna predilecta de Ortega y Gasset, había nacido en Vélez-Málaga en 1904. Aunque ya daba que hablar cuando comenzó el bachillerato (sólo ella y otra chica asisten a clase), es en Madrid en la facultad de Filosofía de la Universidad Central donde se inicia en el pensamiento, la literatura, las artes y, en los cafés y tertulias, conoce a sus futuros “compañeros de generación”. Eran los primeros años de la década de los 30. Junto a Zambrano corrían con los lobos sus amigas Maruja Mallo y Rosa Chacel. Tres de las mujeres que forman parte del proyecto de Tània Balló, Las Sinsombrero.

María Teresa León, Maruja Mallo, Concha Méndez, Josefina de la Torre, Margarita Manso, Ernestina de Champourcín, María Zambrano, Rosa Chacel, Ángeles Santos o Marga Gil Roësset. No están todas. Sí muchas de las filósofas, pintoras, escritoras, poetas que la generación del 27 olvidó. Ellas, las coetáneas de Lorca y Alberti, de Buñuel y Dalí. Las primeras en alzar la voz contra la desigualdad y andar sin sombrero por un Madrid que lo exigía como signo de distinción, elegancia y clase social.

Ya en la generación anterior (la del 14) Clara Campoamor, Victoria Kent, María Lejárraga o Carmen de Burgos le arrancaron los primeros clavos a la dictadura patriarcal. Pero fueron ellas, las olvidadas del 27, quienes alcanzaron cotas de libertad inimaginables entonces (quizás ahora, en algunos aspectos, también).

Pero no llenaron antologías. Ni siquiera en su época, en su mejor momento, cuando colaboraban en las revistas literarias y culturales con la misma pasión y perfección que sus compañeros masculinos. Ellas, que tenían un “talento viril”, fueron excluidas de la primera compilación poética de Gerardo Diego en 1932. En la de 1934, accedió a incorporar a Josefina de la Torre y Enriqueta Champourcín.

Luego llegó la guerra, el exilio y la dictadura que enterró a la Generación del 27 (íntegra) en las cunetas de la censura. Todos fueron silenciados sin distinción. Sin embargo, durante la transición, la historia se volvió a reescribir en masculino.

Su ausencia en las innumerables antologías, estudios, biografías y memorias posteriores sobre el grupo del 27 (también conocido como generación de la República o de la Amistad) las enfrentó a una batalla de la que es muy difícil salir victorioso: el olvido, explica Tània Balló, impulsora del proyecto dirigido a recuperar el lado femenino de un grupo excepcional y elaborar, ahora sí, una justa relectura de la historia cultural española. Porque sin ellas, sin las Sinsombrero, la mejor generación femenina de la historia artístico-cultural de España, la historia no está completa.

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Las Sinsombrero. Sin ellas, la historia no está completa. Autora: Tània Balló. Fecha de publicación: 23/02/2016. 312 páginas. Espasa. ISBN: 9788467046038.

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