Morir en primavera La primera novela de Ralf Rothmann publicada en español.
En 'Morir en primavera', Ralf Rothmann rememora el final de la segunda guerra mundial, en febrero de 1945.
Los medios alemanes le llaman el poeta proletario. Abandonó los estudios para trabajar como albañil a los dieciséis años. También fue impresor, cocinero y enfermero antes de dedicarse por completo a la escritura. El más destacado autor alemán entre los nacidos después de la guerra, Ralf Rothmann, vino al mundo en 1953, en Schleswig. Aunque creció en la región del Ruhr, donde su padre fue minero durante más de treinta años antes de morir a los 61. Entonces Rothmann tenía nueve años. Aunque célebre por sus novelas y relatos, su carrera profesional como escritor comenzó en 1984 con el libro de poemas Kratzer.
La prosa delicada y contundente es el rasgo más característico de un autor profundamente influenciado por el realismo metafísico y la tradición norteamericana del relato breve. La recopilación de cuentos Ein Winter unter Hirschen (Un invierno entre ciervos), lo acercan al universo de lo escueto de Raymond Carver, mientras que la atmósfera proletaria lo sitúa en la línea de Steinbeck. Ralf Rothmann escribe sobre la vida y la muerte, el odio y la venganza, la pasión y la maldad. Y lo hace con una maestría y una emoción difícilmente superables.
Libros del Asteroide publica Morir en primavera una de las novelas más celebradas de la literatura alemana contemporánea. La mejor del autor hasta el momento. Alemania había perdido la guerra. Americanos y rusos estaban a las puertas de las principales ciudades del país. Walter tiene 17. Como su amigo Friedrich, Fiete. Ambos, ordeñadores en una vaquería, son llamados a filas. Sin comerlo ni beberlo, sin interés alguno por el combate y las heroicidades, se ven inmersos en una contienda que no desean.
El silencio, el rechazo absoluto a hablar, especialmente sobre los muertos, es un vacío que tarde o temprano la vida termina llenando por su cuenta con la verdad.
De nuevo la Segunda Guerra Mundial se convierte en escenario de novela. Demasiado trillado, pensarán algunos lectores. No teman. No es la paradójica guerra de Ernst Jünger. Tampoco el exterminio atroz narrado por Littell en Las benévolas. Ni siquiera se acerca a la conmovedora versión francesa de Irène Némirovski. La manera en que Rothmann aborda las secuelas del gran cataclismo nada tienen que ver con lo leído hasta ahora. La suya es una novela de deserciones y antihéroes, que encara el conflicto desde el punto de vista alemán. No como los carniceros que conocemos, sino como el de los adolescentes (casi niños) que descubren el miedo, la crueldad, el hambre, el frío. Nos muestra el otro rostro del bando de los malos. Y el del silencio. Porque es el desgarro silencioso causado por los meses de guerra y lo que se vio obligado a hacer lo que Walter arrastrará durante el resto de su vida.
Se trata de una obra con tintes de autoficción (no es la historia de su padre, sino la de su silencio) que, además, retrata una Alemania mucho menos conocida. La de la culpa y vergüenza por el genocidio. Y las generaciones que crecieron bajo la losa de esa responsabilidad convertida en silencio. Un silencio atronador que resuena en cada página del libro. Como lo hace la música constante del acordeón que acompaña a la ingenuidad de sus protagonistas. Una novela extraordinaria e inteligente que refleja el sufrimiento sin caer en la autocompasión.
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Morir en primavera, de Ralf Rothmann. Traducción: Carles Andreu. Asteroide. ISBN: 9788416213849. Última edición: Noviembre 2016. Precio: 19,95 €