La Mamma Morta. Umberto Giordano. Vídeo, letra e información.
Cuando Giordano se une a la creación de Andrea Chénier, su futuro como compositor estaba en entredicho.
El verismo fue el movimiento operístico que defendía trasladar el naturalismo literario a la ópera. Así, al igual que en las novelas de Zola y el teatro de Ibsen, la trama se desarrollaba mediante situaciones extremas en las que afloraban las emociones más sórdidas y ocultas del alma. Aunque los personajes eran generalmente de extracción popular –como son los casos de Pagliacci de Leoncavallo o Cavalleria Rusticana de Mascagni, también existía un verismo aristocrático reubicado en escenarios más refinados.
El libreto cuenta la historia real del poeta y diplomático francés Andrea Chénier que de abrazarse a los ideales de la Revolución Francesa pasa a ser considerado un apestado por el nuevo régimen. En la prisión de Saint-Lazare conocerá a la aristócrata Anne de Coigny –rebautizada en la ópera como Maddalena de Coigny -, quien se convertirá en la musa de sus últimos poemas.
Andrea Chenier fue estrenada, con gran éxito de público, en la Scala de Milán el 28 de marzo de 1896. Desconozco las capacidades líricas de Evelina Carrera, que interpretó el papel de Maddalena en el estreno, pero el papel está hecho para una soprano que sea capaz de trasmitir la profunda evolución psicológica del personaje, desde la frivolidad a la angustia y el miedo. Hemos seleccionado un video de un concierto reciente de Anna Netrebko desde la siempre fría Plaza Roja de Moscú. Pero…
Nos parece oportuno añadir dos cosas. Una, que es una ocasión perfecta para escuchar –una vez más y no nos cansaremos– a Maria Callas interpretando La Mamma Morta. Dos, que será de fondo en el momento más dramático de la película Philadelphia, aquel en el que un sublime, intenso y dramático Tom Hanks transmite el sentimiento de pena y desesperación más profunda que yo recuerde en una película. En una habitación convertida en un infierno, esta escena es la prueba de que la ópera, lejos de ser un arte sensiblero, es un espectáculo que sirve para contar historias emotivas y reales y un instrumento universal de denuncia social. ¿O acaso, se os hubiera ocurrido un vehículo más directo que el verismo para expresarlo?.
La mamma morta
m’hanno alla porta della stanza mia;
Moriva e mi salvava!
poi a notte alta
io con Bersi errava,
quando ad un tratto
un livido bagliore guizza
e rischiara innanzi a’ passi miei
la cupa via!
Guardo!
Bruciava il loco di mia culla!
Così fui sola!
E intorno il nulla!
Fame e miseria!
Il bisogno, il periglio!
Caddi malata,
e Bersi, buona e pura,
di sua bellezza ha fatto un mercato,
un contratto per me!
Porto sventura a chi bene mi vuole!
Fu in quel dolore
che a me venne l’amor!
Voce piena d’armonia e dice:
«Vivi ancora! Io son la vita!
Ne’ miei occhi è il tuo cielo!
Tu non sei sola!
Le lacrime tue io le raccolgo!
Io sto sul tuo cammino e ti sorreggo!
Sorridi e spera! Io son l’amore!
Tutto intorno è sangue e fango?
Io son divino! Io son l’oblio!
Io sono il dio che sovra il mondo
scendo da l’empireo, fa della terra
un ciel! Ah!
Io son l’amore, io son l’amor, l’amor»
E l’angelo si accosta, bacia,
e vi bacia la morte!
Corpo di moribonda è il corpo mio.
Prendilo dunque.
Io son già morta cosa!
Mataron a mi madre
en la puerta de mi cuarto;
Moría y me salvaba!
después, de madrugada
yo con Bersi vagaba,
cuando de pronto
un lívido brillo parpadeaba
e iluminaba delante de mí
la oscura calle!
¡Miro!
¡Ardía mi casa!
¡Y así quedé sola!
¡Y alrededor la nada!
¡Hambre y miseria!
¡La necesidad, el peligro!
Caí enferma,
y Bersi, buena y pura,
de su belleza hizo negocio,
¡un contrato por mí!
¡Llevo la amargura a todo el que me quiere bien!
¡Fue en aquel dolor
que a mi vino el amor!
Voz llena de armonía y dice:
«¡Sigue viviendo! ¡Yo soy la vida!
¡En mis ojos está tu cielo!
¡Tú no estás sola!
¡Tus lágrimas enjugo!
¡Estoy en tu camino y soy tu soporte!
¡Sonríe y espera! ¡Yo soy el amor!
¿Es todo lo demás sangre y fango?
¡Yo soy divino! ¡Yo soy el olvido!
Yo soy el Dios que baja al mundo
del empíreo, y hace de la tierra
¡un paraíso! ¡Ah!
Yo soy el amor, el amor, el amor»
Y el ángel se acerca, me besa,
¡y es el beso de la muerte!
Mi cuerpo es de moribunda.
Conque tómalo.
¡Yo soy ya una cosa muerta!