Yayo Daporta Donde nace el Albariño.
Una estrella michelín en el valle del Salnés.
Cambados es pueblo antiguo bañado de historia y mar; se dice y se cuenta, como de Galicia entera, que su origen es celta, por él pasaron además fenicios, romanos y normandos, llegaron también los árabes y, tras múltiples avatares con la corona, la nobleza y la diócesis compostelana, hoy es capital del Albariño tanto por su situación en el valle del Salnés -tierra de la uva blanca del Albariño- y por su fiesta en honor a tales caldos que se celebra cada verano con más pasión.
Y si hablamos de Galicia, Albariño y pasión, no podemos olvidar aquello que ha de acompañar al vino, la buena mesa y mejor mantel que, en Cambados, corre de cuenta de un joven estrella michelín: Yayo Daporta.
Yayo estudió cocina por casualidad, intuición o suerte porque lo cierto es que la suya era entonces una pasión dormida que despertó en su primer trabajo; desde que se adentrara en el mundo de la cocina vanguardista en Casa Solla desde su formación como cocinero tradicional, lo suyo ha sido un paso hacia adelante cada día que lo ha llevado hasta un restaurante de Cambados -el suyo- que luce su primera estrella michelín.
Lo suyo es la cocina de fusión, adentrándose en las vanguardias sin abandonar la rica gastronomía tradicional de la tierra; el pescado y el marisco -fresco, del día, elegido con todo cuidado por el mismo Yayo en las lonjas de O Grove y Cambados- son los reyes de la carta y de su ineludible menú degustación: caldo gallego con su cocido, los garbanzos, las carnes, los grelos y el chorizo; mejillones en tempura sobre crujiente de arroz y algas con espuma en su cocción; el huevo de corral, la patata en crema y el crujiente y el chorizo en aceite; bacalao confitado con sus callos al pil-pil de ajada; carrillera de buey estofada con vino espadeiro y tallarines de pasta fresca; infusión de frutos rojos con helado de queso fresco.
Elíjase un Albariño de la bodega vista del restaurante para regar tal menú y… a disfrutarlo.