Tapeo de autor con sabores del Cantábrico.

Argoños es un pequeño pueblo de Cantabria en el que se envasan y elaboran a mano una de las consideradas mejores anchoas del mundo: las Sanfilippo. De sabor profundo, la anchoa y el salazón destacan por su equilibrio. Mientras, Aladino y Óscar, hermanos propietarios de Cárnicas Lyo, seguirán buscando las mejores reses gallegas, y manos artesanas envolverán las patatas, que no las batirán, en huevo para seguir cocinando las tradicionales tortillas de patata de Betanzos.

Estas son solo tres referencias de los productores que surten a la Taberna Pedraza, un nuevo local de tapas y cocina tradicional que ha puesto todo su empeño en que disfrutemos de lo mejor de la gastronomía, poniendo énfasis en la materia prima con sello ‘de autor’. Lo ha hecho junto al Retiro, en la calle Ibiza, y al frente se encuentran Santiago Pedraza y su mujer, Carmen Carro; quienes afirman haberse recorrido España durante dos años «en busca de la materia prima perfecta».

Las conservas de la casa Ramón Franco, la morcilla de Olano, la butifarra del Perol de Casas… son otras de las referencias para una carta en la que destacan las croquetas rellenas de jamón de bellota (el jamón se infusiona en leche fresca de Priégola para dar mayores matices al resultado final), la ensalada de tomate y ventresca (con tomate raf y ventresca en aceite) o los filetes de lomo adobado de Los Yébenes.

Para los amantes de lo dulce, la carta de la Taberna también mira a Cantabria. Lo hace presentando una quesada que elabora la propia Carmen Carro, tras aprender a hacerla con Marcos Pelayo, uno de los maestros obradores más destacados de la comunidad norteña. Un remate para una comida que, si se quiere, se puede completar con alguno de los cigarros de una cava preparada por expertos para ser disfrutada en la terraza que el local tiene en el bulevar de la calle Ibiza.

Con un precio medio de 30 €, abre de martes a domingo hasta medianoche (la cocina, a partir de las 13.00 h).