Sopa de ceniza de ajo morado.

Hay historias con aroma a sueño y sabor a mérito que nos recuerdan que aquello de querer es poder tiene de cierto algo más que la tradición que lo sostiene como dicho popular; son historias como la de Manuel de la Osa que, habiendo aprendido a cocinar en casa, entre su abuela, su madre y sus tías, y sin haber pisado más cocina que la suya, luce en su primer restaurante una estrella michelín.

La curiosidad, las buenas ideas y la pasión por la gastronomía confabularon a favor de Manuel desde el momento en el que abrió las puertas de Las Rejas; era un pequeño restaurante de ocho mesas que se convertiría en un rincón de creatividad y sabor y en una referencia ineludible de Las Pedroñeras, lugar por otra parte puesto ya en el mapa por la excelencia de sus ajos, los mismos que prepara con magistral resultado Manuel de la Osa en su cocina.

Manuel reinventa la cocina castellana para, sobre las ricas recetas tradicionales y utilizando siempre productos de temporada y de primera calidad, sorprender y deleitar paladares de todo gusto; sirvan como muestra algunos de los platos que se pueden degustar esta temperada en Las Rejas: sopa de ceniza de ajo morado de Las Pedroñeras; terrina de foiegrass trufada; ostras, calabaza, cítricos y azafrán; verduras naturales con jamón ibérico, ajo y albahaca; bacalao con judiones, asadillo y azafrán; merluza con algas, acelga en su jugo yodado; pichón asado en dos servicios con guiso de trigo y setas; solomillo de buey con foiegrass, setas y jugo de carne; los postres se visten de aperitivo para cerrar el círculo de un menú perfecto: quesos manchegos afinados en casa con membrillo, quesadilla manchega con helado de frutos rojos; cremoso de azafrán con helado de cacao o bizcochada manchega.

La Mancha es siempre un buen destino, el próximo otoño se nos antoja además irresistiblemente degustable… en Las Rejas.