Tapeo peruano & pisco bar Quispe, un nuevo modo de comerte Perú en Madrid.

Caben pocas dudas acerca de la riqueza de la gastronomía peruana, la fusión de los ingredientes y preparaciones de raíz americana con los de origen japonés ha dado como resultado una cocina con identidad propia que convierte al país andino en uno de los lugares del mundo más recomendados cuando se trata de viajar en notas sápidas.

Claro que no es neceario cruzar el Atlántico para descubrir a qué sabe Perú, hace tiempo que entre restaurantes italianos, japoneses y mexicanos descubrimos con placer los de origen peruano y ahora, además, contamos en Madrid con uno nuevo que llega con la garantía de ser uno de los mejores lugares para descubrir Perú en sus sabores y en su cultura. Es Quispe, el lugar ideal de la capital para agasajarte con unas tapas peruanas.

Quispe es un universo peruano en Madrid, algo que resulta evidente en cuanto cruzas la puerta de entrada del local porque no sólo está decorado al estilo peruano sino que presenta diferentes objetos artísticos de aquel país que irán cambiando regularmente gracias a la colaboración del equipo de Quispe con diferentes artistas emergentes peruanos.

Más allá de la decoración, en Quispe descubrirás los sabores de Perú en sus platos calientes, en los fríos, en las tapas de autor e incluso en los cócteles; aquí todos los platos se preparan con ingredientes de primera calidad, algunos locales (como los productos del mar llegados de Galicia) y otros traídos semanalmente desde Perú; sus platos están pensados para compartir, de modo que puedes probar una variedad importante de bocados en una sola comida y descubrir más notas sápidas peruanas de las que puedas imaginar.

Cebiches, tiraditos, cocina nikkei con una propuesta de deliciosos makis y nigiris, lomo salteado, pulpo en quinotto con tinta de calamar, pollo Quispe marinado o berenjenas bbq son algunos de los bocados que podrás degustar en este magnífico rincón peruano en Madrid.

El postre es, por fuerza, dulce: tarta de limón peruano, el famoso tres leches o el culant de lúcuma harán las delicias de los más golosos justo antes de rendirse a una carta de coctelería que bien merece, como poco, un pink tonic.