Platea Madrid: Se abre el telón.
Un innovador espacio gourmet que fusiona la gastronomía con el espectáculo.
No es el mayor espectáculo del mundo, pero sí de Madrid y, probablemente, de toda España. No hay leones ni trapecistas, no, esto es puro show gastronómico sobre las tablas del antiguo cine Carlos III. Seis Estrellas Michelín, los más destacados bartenders, productos de excepción y una programación de infarto lo avalan.
Bienvenidos a Platea, un concepto que no es fácil de definir porque lo abarca todo. Una millonaria apuesta que por fin levanta el telón en las proximidades de la Milla de Oro madrileña como innovador espacio gourmet que fusiona la gastronomía con el espectáculo.
Sus cifras: 60 millones de euros, 5800 metros cuadrados con capacidad para 1183 personas (ni una más, ni una menos) y seis estrellas del firmamento Michelín.
Sus nombres propios: Lázaro Rosa-Violán, que ha ideado una decoración estilo años 50 que hila todo el conjunto; Marcos Morán, Paco Rocero y Pepe Solla, cuyas sinergias pueden degustarse en las tapas de los espacios La Batea, Castizo y A Mordisco y en las recetas tradicionales de Entrecortes y De Cuchara; y Ramón Freixa, que nos invita a subir Arriba, al primer anfiteatro, donde nos agasaja con producto, técnica y grandes dosis de sorpresa en su bistró.
Sus otras cocinas: La mexicana más callejera combinada con un Margarita en Besos de Sal, de Alex de la Fuente; la japonesa en Shikku, de Rafael Sánchez; las mejores recetas italianas en el Fortino de Ranieri Casalini; la propuesta peruana de Kiko Zeballos en Kinua; y el toque más dulce, el de Alejandro Montes en el fantástico espacio de su Mamá Framboise. Y todas ellas en formato asequible, para ir saltando de continente en continente probando sabores al antojo.
Un brindis para inaugurarlo: Diego Cabrera y Luca Anastasio regentan tres barras en las que disfrutar de los mejores vinos y destilados. El Foso, la más canalla y divertida, con cócteles por jarra, a la rica sangría y rebujito. El Patio, para los que buscan algo más exótico, una vuelta al mundo a través de muy diversos combinados. Y El Palco, la opción más sofisticada, ubicado en la segunda planta y con vistas espectaculares del recinto.
Y por si fuera poco, la programación cultural en su escenario, con música en vivo de la que disfrutar también con un refrescante vermú, una tabla de quesos e ibéricos o unos chispeantes encurtidos, convierte a Platea en punto de encuentro y disfrute por excelencia en la capital. ¡Bravo!
*Fotos: Platea Madrid y Victoria Verdier.