Peck, un templo gastronómico en Milán.
Tienda, restaurante gourmet y lugar de referencia para sibaritas desde 1883.
Hay lugares inspiradores que invitan a cocinar. Sitios en los que nada más entrar uno tiene la imperiosa necesidad de convertirse en un gran chef, aunque sea para sus amigos y familiares. Son sensaciones inexplicables, que se contagian por la vista y el olfato y que nos invaden como si hubieran sido parte de nosotros toda la vida.
Peck es un lugar de referencia situado a pocos pasos del Duomo, un espacio de 3.300 metros cuadrados repartidos en tres plantas que merece la pena visitar si se va a pasar unos días en la capital. Una cita ineludible para todos aquellos que tengan un paladar gourmet y quieran vivir una experiencia gastronómica única. Y lo es por muchas razones, pero principalmente por una: su historia se remonta a 1883 y desde entonces es toda una institución.
Porque Peck es para los sibaritas un capricho, un lugar en el que puedes encontrar desde esa botella que llevas buscando meses hasta ese queso ecológico elaborado en las montañas de Suiza más remotas. De lo bueno, lo mejor. Y de lo mejor, Peck.
Nada más entrar en la primera planta se encuentran los mejores productos de alimentación, y un piso más arriba está la parte más dulce, en la que se puede tomar un té o un café. Bajo una romántica claraboya se encuentra el Peck Italian Bar, íntimo y sofisticado, perfecto para una cita informal o para conocerse cóctel en mano. Y su restaurante esconde entre su carta suculentas propuestas entre las que es difícil elegir. Además uno puede ir pensando qué comer mientras hace la compra: mariscos, caviar, patés, helados artesanos, pasteles, aceites, frutas y hortalizas…
Peck está en la Via Spadari 9, y si un amante de los platos gourmet tuviera que elegir un lugar para su última cena, seguramente estaría entre sus opciones.
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