Parada y fonda.
Buena parada y mejor fonda en una ciudad cálida, junto al mar, en un barrio con vida e historia... ¿qué más se puede pedir? sólo vacaciones...
Fonda, una de esas palabras que se pierde en los usos y costumbres, que suena a antigüo, añejo, quijotesco incluso… y que se refiere a los hoteles del camino, a las casas de comidas de las de antes, de las del plato del día, comida casera, trato agradable… Y a veces ocurre que lo que es hoy un hotel de 4 estrellas en pleno centro histórico de Barcelona, junto a La Rambla, La Boquería y el barrio gótico, era en tiempos un lugar de parada y fonda.
Algo de ese espíritu de la fonda clásica, la de sanchos y quijotes, podemos encontrarlo en el restaurante dirigido por Martín Berasategui en Barcelona y en ese hotel que era de parada y es hoy casi de lujo: Fonda España. Un lugar encantador, decorado originalmente por Domenech i Montaner con un exquisito gusto modernista, mimo y cuidado del detalle; y la cocina: tradicional, de corte clásico, de fonda pero sin renunciar al hoy, a un toque de actualidad en sus platos.
Platos que, como cada temporada, se renuevan en su carta, en primavera: salmorejo cordobés y colita de rape al horno o magret de pato… un menú digno de una fonda de las de hoy en un lugar que es también y además de parada, en el Hotel España donde está ubicada la fonda que nos ocupa, y de terraza… porque juanto al hotel y la fonda está la terraza alaire para que no te falte el momento de relax, copa y charla tras la cena.
Buena parada y mejor fonda en una ciudad cálida, junto al mar, en un barrio con vida e historia… ¿qué más se puede pedir? sólo vacaciones…