Restaurante: Oliver se muda al Barrio de las Letras.

El Barrio de las Letras es, sin lugar a dudas, el lugar de moda y encuentro en la capital y por eso el Café Oliver se instala en él.

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El Café Oliver es un clásico de Madrid pero, incluso los clásicos, saben que llega un punto y momento en el que toca renovarse y adaptarse a los nuevos tiempos. En la capital los nuevos tiempos pasan, sin lugar a dudas, por el Barrio de las Letras y en él se instala el Café Oliver con el ánimo de seguir dando plato y café a la flor y nata del arte y la cultura.

En su nueva ubicación, el Café Oliver mantiene la clasicidad que le es propia porque es, además, parte de su esencia, de aquello que lo identifica y lo distingue; mantiene sus soberbios sillones chester, su barra para la copa del afterworks y su brunch de los domingos; mantiene también el caracter de su cocina que, aun siendo eminentemente mediterránea, deja ver la influencia de otras gastronomías como la francesa o la marroquí; seguiremos degustando su delicioso steak tartar, sus mejillones a la marinera, el risotto con bogavante o el magret de pato.

Claro que los cambios que luce el Café Oliver no se limitan a la ubicación, cambian los espacios que son ahora más amplios, y se renueva su carta añadiendo a sus clásicos nuevos matices de sabor y nuevas texturas que llevarse a la boca. Entre estas novedades culinarias descubrimos sabores típicos más de otros lugares del mundo que del nuestro: unos sabrosos ravioli de langostinos con salsa de azafrán o ceviche de atún y bacalao con leche de coco y maracuyá.

Otra de las cosas que no cambia, porque lo que es bueno y lo que gusta no procede tocarlo en exceso, es el brunch; y no hablamos de un brunch cualquiera sino del de un local que abrió sus puertas en los años 60 y que en el 2002 introdujo esta costumbre gastronómica europea en nuestras vidas. ¿En qué consiste el brunch? en un festival de color y sabor en el que lo dulce y lo salado se combinan para alegría de tu boca: zumo de naranja, sandía o melón, café o chocolate, bollería francesa y pan con mantequilla, mermelada y yougur; los incuestionables huevos bénédictine de todo brunch o, si te atreves, huevos fritos con bacon acompañados con una ensalada cesar o una tropical que pueden a su vez ser entrantes frente a una cheeseburger o unos pancakes.

¿Nos vemos en el nuevo Oliver? en el Barrio de las Letras, en la calle Ventura Vega, en Madrid.

Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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