O Retiro da Costiña.
El paraíso del sabor y todo lo que a su alrededor late está en Santa Comba...
Hay lugares que merecen un medidía con su tarde o una velada completa, restaurantes a los que uno no va a comer ni a cenar, va a estar y, ya que estamos…
O Retiro da Costiña es uno de estos lugares; ya en lo gallego de su nombre confiesa su lugar en el mundo pero cabe también que nos despiste por aquello de que conocemos bien la gastronomía de la tierra, y es que O retiro no es un restaurante al uso, no es tradicional ni tampoco de vanguardia, es, en realidad, de experiencia, la de los años entre fogones de tres generaciones que ha llevado a los García a obtener en 2008, y mantener desde entonces, una estrella michelín, y la que tú vivirás en su restaurante.
Para empezar, te proponen dejar el coche en casa, o en el hotel en el que hagas posada y fonda en tu viaje para conocer y sentir las rías altas, y lo hacen porque O Retiro da Costiña se esconde en el interior de la provincia de A Coruña, en un rincón que ellos ponen en el mapa como nadie y al que se llega en un rato desde Santiago y A Coruña o desde tantos otros puntos de a costa da morte; no hablamos del fin del mundo, aunque Finisterre no queda lejos…
El lugar al que llegas te conquista desde la piedra en la que late porque descubrirás que O Retiro da Costiña es una bella casa de este material tan de la tierra y tan solvente frente al tiempo; cabe que te reciba Manuel García, porque esta es su casa y su cocina, y te acompañe a un espectacular bodega de 790 referencias y con una mesa central en la que comiences tu experiencia por un aperitivo incomparable, unas anchoas del cantábrico, un vino… o incluso un champagne.
Te acomodas después en una sala de ocho mesas a buena distancia unas de otras por aquello de la intimidad y el bienestar, y degustas los platos que son merecedores de aquella estrella michelín que mencionamos, los que idea Manuel y que fusionan la tradición familiar de 70 años de cocina con las ideas nuevas, sugerentes y de máximo respeto a la naturalidad de los ingredientes, que bullen en su cabeza. De ahí a los postres y, tras ellos, la sobremesa.
La sobremesa tiene lugar en un salón de copa -con una carta de 800 destilados entre los que se encuentran licores únicos- y puro -uno de los que guardan en su cava-; se trata de una sobremesa de sofá, brindis y cabe que algo humo de tabaco, que recuerda a los salones de fumadores que narran las clásicas novelas británicas, aquellos a los que se retiraban sólo los hombres a negociar y acordar.
Tras una velada de este porte, no te queda más que pensar en la próxima visita porque, quien va una vez a O Retiro da Costiña, vuelve.