Nos citamos con Virginia Woolf en Dalloway Terrace a la hora del té con champagne.
Dalloway es uno de los personajes más notables de la literatura británica y también una terraza en el corazón de la ciudad.
Se puede viajar a Londres de muchas maneras y con muchas intenciones, nosotros lo hacemos hoy para zambullirnos en el universo de Virginia Woolf a través de su ya mítico personaje la Señora Dalloway y tomar el té en uno de los restaurantes más british de Londres, Dalloway Terrace.
Pasear el corazón de Londres como lo hace la Señora Dalloway desde su casa hasta una floristería en Bond Street no sólo es posible sino además recomendable, cierto es que no encontrarás la floristería en cuestión pero sí otros lugares mencionados por Virginia Woolf en los pasos de Clarissa Dalloway.
St. James Park y Green Park, los autobuses en Picadilly y hasta los banderines de Bond Street siguen en su lugar, renovados, pero en su lugar; –¿en qué soñaba mientras comtemplaba el escaparate de Hatchards?- no tenemos respuesta a esta pregunta que se hace el narrador en la cabeza de Clarissa Dalloway pero lo que sí podemos hacer es recorrer Picadilly y quedarnos nosotros parados observando el mismo escaparate porque esa librería existe todavía hoy, de hecho existe desde el S.XVIII, era ya centenaria cuando Virginia Woolf escribía la Señora Dalloway y es, a día de hoy, la librería más antigua de Londres..
Tal vez, como Clarissa, tengamos también la suerte de ver pasar un coche oficial, no en vano el recorrido de la buena mujer camino de la floristería en la que recogería las flores para la fiesta que daba esa noche, discurre entre Buckingham Palace y Downing Street…
Claro que llegado el momento de pararnos a descansar no lo haremos por estas calles, nos desviaremos un poco hacia la zona del Museo Británico, The Bloomsbury y The Opera House, junto al Soho, porque es allí donde vivió Virgina Woolf sus años de soltera y allí donde nació el Círculo de Bloomsbury (en su propia casa, de hecho) que incluía a lo más granado de la sociedad literaria de la época y allí donde fundó una editorial con su marido -Hogarth Press- en la que no sólo publicó su obra y la otros autores del Círculo de Bloomsbury, sino también importantes traducciones, especialmente de la literatura rusa.
Es ahí, en ese rincón literario tan británico, donde encontramos la terraza de Dalloway, el lugar perfecto para encontrarte con Virginia Woolf, con la Señora Dalloway y con el alma gastronómica de Londres.
Dalloway Terrace abre sus puertas a las 8 de la mañana y no las cierra hasta las 6 de la tarde; puedes acomodarte en una de sus mesas para desayunar, deleitarte el gusto con un brunch o tomar el té a la inglesa, opción ésta última que te recomendamos porque la hora del té en Dalloway Terrace no sólo viene con bocados salados y pastelillos dulces, además del mejor té inglés, viene también con una copa de champagne Perrier Jouet.