La pasión de Carlos Oyarbide se degusta en Madrid.
No es un restaurante, es una experiencia gastronómica en cuatro espacios. Y la firma Carlos Oyarbide.
Lo de Carlos Oyarbide no es la gastronomía sino la pasión gastronómica y su nuevo restaurante madrileño no es un establecimiento al uso ni un restaurante como tal sino el escenario de una experiencia gastronómica única, comenzando por el hecho de que no se trata de un restaurante sino que es un Bar, un Petit Bistrot, una Biblioteca culinaria y un Gastronómico. Y es que esos son los 4 espacios de su nueva propuesta ubicada en el barrio de Salamanca, en el corazón de Madrid.
Manteles de hilo y vajillas y cristalerías de Baccarat decoran un establecimiento de interiorismo cálido y sofisticado, tan rico como la propuesta gastronómica de su cocina, una muy sibarita, creada para el placer de sus comensales y repartida en los 4 espacios del restaurante.
El Bar está a la entrada de este bello espacio gastronómico, es coqueto y elegante, ideal para un rato de afterwork y picar algo regando cada bocado con alguna de las 550 referencias de vinos nacionales e internacionales disponibles en el restaurante.
Si reservas mesa en el Petit Bistró podrás decir que has comido como Carlos Oyarbide sin pagar más que unos 22 euros y habrás degustado además delicias como el foie gras con membrillo y Pedro Ximénez, las lentejas estofadas con picatostes y caza de temporada o huevos fritos con mimientos de cristal y jugo de tempranillo, también bacalao pilpileado con filigrana de perejil y jugo de garbanzos o costillar de cerdo ibérico asado con patata panadera entre otros tentadores platos.
En el Gastronómico encontramos 6 mesas en las que se sirve un menú cerrado cuyo precio es de 65 euros; aquí descubrirás a qué saben las croquetas semi fluidas de carrilleras de cordero, la leche de oveja latxa con picadillo y brotes tiernos de espinacas, las alubias rojas de Tolosa con chorizo, morcilla y berza, la merluza de anzuelo confitada en vinagreta caliente de manzana y pimientos de cristal pilpileados so su particular versión del bacalao al ajoarriero; también ha vaca con níscalos o faisán braseado con crema de castañas y cereales, torcaz asada y lomo de buey ¿y el postre? canutillo relleno de crema pastelera.
En la Biblioteca culinaria el menú es el mismo que en el gastronómico, con la diferencia de que aquí se sirve en una mesa rodeada de libros de gastronomía.