La Celestina nos invita a comer.
Celestina es un restaurante de origen colombiano y sabores mediterráneos que celebra su primer aniversario en Madrid.
Una celestina es un ave argentina de alas verdes y azules y también un mineral de tono azulado que, al calor del fuego, arroja un encendido color carmesí; una celestina es lo que hoy llamamos (no sin cierta ironía) un conseguidor, ese personaje que maneja contactos y los mueve con fines comerciales, políticos o de cualquier otro tipo (incluso fines ilícitos…) y Celestina es también nombre de mujer, el de la alcahueta por excelencia, una amante del enredo y buena tejedora de intrigas; por eso Celestina es un magnífico nombre para un restaurante porque ¿qué mejor lugar y momento que frente a una mesa bien repleta (y mejor regada) para hilar las intrigas más sugerentes?.
Hace aproximadamente un año que la cocina de Celestina trabaja sin descanso para poner la mesa y deleitarnos la boca mientras nosotros nos dedicamos a disfrutar y a ser felices y también armar intrigas (siempre buenas o, al menos, con buenos fines). ¿A qué saben las intrigas de Celestina en el Madrid del S.XXI? sus notas sápidas son muy mediterráneas pero cuentan con matices de sabores del mundo entero.
Los colombianos Hernando Mesa, arquitecto e interiorista de profesión reconvertido en chef, y Lukas Osorio, un ingeniero de producción hecho chef pastelero, llegaron a España después de sus periplos personales por el mundo y aquí, cerca del mercado del barrio de Hispanoamérica (en la zona de Chamartín), abrieron las puertas de un restaurante a doble altura que lleva un año conquistando por la boca a quien se atreve a probarlo.
En Celestina puedes pedir platos para compartir y otros pensados para el clásico picoteo de aperitivo (todo ello ideal para confabular intrigas) y puedes también dejarte seducir por platos tan apetecibles como el steak tartar con tuétano de vaca gallega, la milhoja azteca de conejo al mole poblano con aguacate crujiente o las gyozas de rabo de toro con guacamole de wasabi.