La casa del mar.

Casamar, un restaurante que demuestra que la Costa Brava es un lugar para comérselo...

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No importa si miras al norte, al sur, al este o al oeste, en España, por aquello de ser península, si de algo podemos presumir es de costas; costas, que no costa, porque ni es la misma ni es igual la atlántica que la mediterránea como el Atlántico no es el mismo donde es Cantábrico que donde baña Huelva, ni es igual el Mediterráneo en la Costa Brava que en la del Sol…

Ahí precisamente, a la Costa Brava, queremos llevaros hoy. No será un viaje de ida y vuelta, coche, tren o avión, lo será de saborear y degustar toda una experiencia gastronómica en el restaurante Casamar.

Quim Casellas es el chef y responsable de tanto bueno como sale de su cocina, desde que decidió que lo suyo eran los fogones no ha dejado de observar y aprender, de colarse en las mejores cocinas y captar la esencia de su magia para acabar componiendo la suya. Su máxima es el respeto al producto natural, fresco, de temporada porque es ese, y no otro, el que contiene todo su sabor, su mejor aroma y su textura perfecta.

La carta de verano del Casamar incluye un menú degustación junto a un festival de platos entre los que no será fácil decidirse: resultan deliciosamente sugerentes entrantes como el semi-frío de foie-gras con cerezas y pan de espécies, la ensalada de bacalao, naranja con emulsión de cardamomo y pistacho o la flor de calabacín rellena con brandada y remolatxa; ya entrados al menú, pasamos a los pescados que no son otros que los de la Costa Brava que puedes ver desde la terraza y los ventanales de este bello restaurante: arroz carneroli con gamba de Palamós y jamón ibérico; papillote de merluza en escabeche de María Luisa y navajas; “rossejat” de fideos con bogavante como en la barca; claro que cabe la posibilidad que no te pida el cuerpo más mar que el que baña la costa que pisas y lo tuyo sea la carne, en ese caso no podrás resistirte a platos como el cochinillo con henebro, cebollas confitadas y  setas de verano, el entrecot Angus con Fondue de queso Comte e higos o el steak tartare con mostazas del mundo, un clásico del verano en Casamar.

Un menú semejante pide postre: San Francisco con sorbete de mandarina y menta, copa de yogurt y limón con ‘crumble’ de almendras o el ineludible chocolate en un ‘macaron’ crujiente de Whisky.

Has de saber, además, que en Casamar no sólo te dan el gusto en el comer, te ofrecen también posada en una de sus 20 habitaciones, cinco de las cuales son hotel desde 1955 y las demás… llegaron después.

En el año 2000 Quim Casellas y su hermana María relevan a sus padres al frente del Hotel Restaurante Casamar y nos demuestran desde entonces que la Costa Brava es, sin duda, un lugar para comérselo…

Más información Restaurante Casamar

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