Es el destino.
El restaurante de Óscar Calleja, Annua, es una sabrosa razón para viajar hasta San Vicente de la Barquera.
En estos días, muchos tienen la suerte de pasar las mañanas, las tardes y las noches (con sus madrugadas) en Cantabria. Sus pueblos se llenan de la alegría y gentío estival. Los hay que repiten, año tras año. Y del mismo modo que hay turistas, como ellos, de usos y costumbres difícilmente inamovibles, hay otros accidentales y alguno, más de los imaginados, gastronómicos. Para ellos, Annua, con Óscar Calleja al frente, es un atractivo destino.
Desde 2008 y con una estrella Michelin, ocupa un enclave privilegiado, sobre la bahía de San Andrés, donde antaño hubiese una ostrería. Hoy por hoy, se consolida gracias a su cocina de fusión global y base local. Y esta temporada, incorpora Nácar, un bistró con una propuesta gastronómica más informal y pensada para compartir, así como una zona lounge con música chill-out en directo.
Tras su paso por importantes restaurantes y haber atendido el magisterio de grandes como Juan Mari Arzak o Ferrán Adriá, Calleja regresó a su tierra natal para dar rienda suelta a su proyecto más personal, Annua. Apuesta por una cocina contemporánea, en la que el ingenio y la frescura se perciben en cada plato. Trabaja una cocina de fusión global, cuida el producto, maneja la técnica y hace suyos conceptos de otras cocinas como la japonesa, la mexicana o la nikkei. Pero siempre cargada de guiños a Cantabria.
Dada su antigua actividad comercial, se mantiene el cultivo de las ostras que, con tanto placer, degustan sus clientes. Como la Ostra lichi, acompaña con vinagreta de cilantro y espuma de lichi. Otros platos son Desierto de foie con rocas de avellana; La roca, es decir, una crema de elote servida en una piedra natural o Mensaje en una botella, sopa de mariscos, y el Taco de langostino y chipotle, servido con un chupito de tequila reposado.
La propuesta culinaria es sobresaliente. Y la ensalza, si cabe, ese espacio que deleita los sentidos y que es su terraza. El servicio no hace sino convertir Annua en una razón de peso para soñar con un viaje a San Vicente de la Barquera.