En una casa de cocidos.
Llega el frío y, con él, el tiempo del cocido madrileño. Hoy te recomendamos uno, el de Casa de Cocidos Carmen.
Cuentan que el origen del cocido es de lo más humilde, un plato preparado en las casas más humildes con ánimo de resultar consistente, alimenticio y no exigir una inversión excesiva en sus ingredientes; claro que la riqueza del plato, comenzando por sus garbanzos y siguiendo por sus carnes y verduras sin olvidar su caldo, ese que hace una suculenta y cálida sopa para abrir boca, acabó por conquistar los paladares más exquisitos y el cocido comenzó a ser madrileño y a servirse en los restaurantes más elegantes.
Claro que si lo que queremos es sentarnos frente a un buen plato de cocido lo mejor que podemos hacer es ir a una clásica casa de cocidos y por eso nosotros hoy, ante el otoño que por fin nos trae sus fríos, te proponemos comer en una casa de cocidos que, si bien hace apenas un mes que se ha inaugurado, representa como pocos restaurantes la tradición madrileña en cuanto a este plato, nos referimos a la Casa de Cocidos Carmen.
Carmen Carro es la responsable de esta nueva y sorprendente novedad gastronómica madrileña; y es que si el cocido no es en sí mismo una novedad sino más bien un fijo de todos los otoños e inviernos, el de Carmen no es un cocido cualquiera ni tampoco su restaurante es uno al uso; en cuanto al local, se trata de un espacio decorado por Lázaro Rosa Violán austero y retro en su concepción y encantador en su interiorismo, la cocina está integrada en sala y los vinos son, como el cocido, esencialmente españoles y con notable representación de vinos de Madrid.
Claro que lo importante aquí es el cocido, un plato que aquí se prepara con ingredientes de primera calidad: se sirve en dos vuelcos y medio, comienza con una sopa desgrasada y con sabores óseos que da paso a un delicioso guiso de garbanzos pedrosillanos y verduras seleccionadas, antes de finalizar (de ahí el medio vuelco…) llegan las carnes: pollo, morcilla y chorizos además de carnes nobles de cerdo ibérico y de vaca vieja rubia gallega; además, el cocido se sirve con salsa de tomates con somino, piparras y cebolleta cruda.
El de Casa de Cocidos Carmen es un plato apto para cualquier día, hecho con mimo y cariño además de ingredientes de primera calidad, ligero en cuanto que huye de las grasas innecesarias; si no nos crees no tienes más que pasarte por el número 40 de la Calle Ibiza y comprobarlo por ti mismo.