En El Apartamento…

Así se siente uno cuando acude a este restaurante en el madrileño Barrio de las Letras, un barrio al que le viene al pelo el toque de aire fresco que trae El Apartamento.

El Apartamento te recibe como quien abre la puerta a un amigo. En su hall de entrada, la barra, una cerveza bien fría o una copa de vino con algún tentempié para ir abriendo boca. Nos espera la zona de office, a modo de cocina campera, con toques rústicos y aires más informales, o la zona de comedor, más elegante, en tonos neutros y más sobrios pero igualmente acogedora.

Teléfonos Bakelite, alacenas de madera y platos de cerámica nos devuelven a las tardes en casa de la abuela, a los encuentros familiares en torno a la mesa. El pasillo y la espléndida bodega en el sótano para cenas íntimas o eventos terminan de dar el toque de tradición a este lugar. Un toque que rompen algunos elementos como la iluminación, las sillas de colores cambiantes y, por supuesto, la carta.

“Nos centramos en el producto, si no hay buen producto seguro que no lo serviremos”, cuenta Daniel Garrigues, uno de los cinco amigos que decidieron embarcarse en esta aventura que ya da sus frutos con un libro de reservas al completo. Aventura que responde a una necesidad, la de juntarse al menos una vez al mes en un lugar donde poder ponerse al día en torno a una de sus pasiones: la cocina.

Deliciosas croquetas variadas para empezar, Chupa Chups de pollo de corral con pepitoria de anacardos, presa ibérica con parmentier de parmesano y albahaca o el laminado de atún rojo sobre salmorejo o pisto son solo algunas de sus especialidades a un precio medio de 25 euros por persona, 14 si tomamos el menú diario.

Además, para aquellos bebedores de buen vino, el restaurante ha elaborado con mimo una carta con decenas de referencias nacionales e internacionales entre las que se cuentan interesantes vinos de autor. La noche podemos continuarla tomando una copa allí mismo, al fresco de la bodega. Como bien dicen en El Apartamento “aquí si te olvidas las llaves, no pasa nada”. Y así es, siempre está la puerta abierta a todo el que quiera formar parte de esta familia.