El embrujo de Shangái.
En South Beauty descubrirás un nuevo modo de entender la comida china.
El embrujo de Shangái está en su historia, en su centro urbanita y elevado, en el delta del río Yangtsé que la acoge y en los mares que la acarician, en su puerto de mar, sus ciudades hermanas… y en su sabor.
Shangái sabe a Jiangsu y Zhejiang, lugares vecinos y de rica tradición gastronómica en los que bebe, ahí se inspira para elevar la cocina china al nivel del arte culinario del que no puede haber mejor muestra que South Beauty, el ya mítico restaurante de la ciudad más poblada del mundo, uno en el que podrás encontrar a lo más granado de la sociedad de Shangái… pero hasta el que no tendrás que desplazarte para degustar sus delicias culinarias porque Shangai Beauty abre sus puertas y pone sus mesas en Madrid con lo mejor de su ciudad de origen, incluidos sus cocineros.
Los encontrarás en el número 102 de la calle Velázquez dispuestos a servirte comida o cena y también esa copa de afterwork o de terraza, copa que, dado que hablamos de un restaurante, podrás acompañar, a partir de las 20.30, de deliciosos bocados orientales.
En South Beauty descubrirás un nuevo modo de entender la comida china y no podrás menos que rendir el gusto a los sabores de sus sorprendentes recetas porque lo suyo es la cocina creativa sobre una particular base que componen las tradiciones culinarias de Shangái -conocida como hu cai-, Suchuan y cantonesa.
Para empezar… Sopa South Beauty –de buey, huevo y setas–, Gyozas, Dim Sum, Sukiyaki de tofu en wok de papel o Jellyfish con aceite de sésamo y aderezo de balsamina.
Una vez abierto el gusto compartiendo entrantes, llega el momento del plato central del menú; Bacalao negro con tofu o Pepino de mar con salsa de ostras para los amantes del pescado y para los que se inclinan por la carne, Lonchas de Jabujo estilo Shangái o Picantones salteados en olla a la piedra, propuesta ésta última con una interesante particularidad: el final de su preparación se realiza con vistas al comensal que va a degustarlo, en la mesa.
Embrujado ya el gusto por los aromas y sabores de Shangái, sintiéndote un poco allá más que acá en un local idealmente decorado, ya sólo te queda disfrutar de una copa en la terraza y brindar por tu regreso a South Beauty.
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