Casa Marcial.

El marco es inconmensurable y el mejor contexto para conmoverse con el que también es un paraíso gastronómico. Casa Marcial está situado en Parres, Asturias y a cargo de Nacho Manzano, uno de nuestros grandes cocineros, se conforma como una apuesta segura en lo que a cocina se refiere. Platos inimaginables como el bizcocho de sardina o foie, el salmón confitado con cuscus de coliflor en leche picante, con patatas a la parrilla y hojas de mostaza, demuestran la imaginación infinita de este joven chef asturiano.

El otoño, la piel del bacalao o un sencillo calamar sirven de inspiración para desarrollar tanto propuestas modernas como típicas de la zona. Platos tradicionales y aparentemente sencillos como croquetas de jamón ibérico, revuelto de la casa o fabada asturiana, dan comienzo a un festín con aromas marítimos. Almejas a la sartén, cigalas a la brasa o grandes eminencias del mar recién pescadas como plato principal. Para los más carnívoros también hay un menú hecho a medida, con corte de carne roja al peso. Y para terminar la panacota de apio con manzana e hinojo nos resulta una elegante y deliciosa despedida.

Un alarde de inspiración y buen gusto al servicio de los paladares más atrevidos y selectos.

Y ya como muestra no sólo de las calidades con las que trabajan, sino también de su creatividad en los fogones, cuentan con platos como la ¨nécora que se come entera¨, el higado de rape con caldo dashi, hojas de marisma y vegetales encurtidos, o el coco invertido con fruta de la pasión, helado de hierbaluisa e hilos de chile. Un alarde de inspiración y buen gusto al servicio de los paladares más atrevidos y selectos.

Al parecer la creatividad no sólo encuentra su hueco en un lienzo o una partitura, un mantel blanco puede ser también el marco perfecto para acoger absolutas obras de arte.