El Flaco y su personalísima cocina en el barrio de Prosperidad. Andy “El Flaco”, un paso más allá de la fusión thai.

Andy Boman vuelve a aparecer en la cocina madrileña con un nuevo restaurante de cocina fusión. Este sueco de nacimiento que ha recorrido medio mundo empapándose de su gastronomía -El Congo, Suiza, Reino Unido, Tailandia, Australia, Israel, Grecia, España-, se reconoce tailandés de corazón y de paladar. El cocinero abre El Flaco en la calle Javier Ferrero, 8, una callecita escondida en pleno barrio de Prosperidad.

Andy es un trotamundos reconocido en Madrid por los amantes de la cocina thai por su primer restaurante en la capital, el Gingerboy. Ahora vuelve con El Flaco, con una cocina personalísima: una cocina thai con sabores del mundo o una cocina del mundo con sabores thai. Mezcla lo dulce, lo salado, lo agrio, lo picante, con recetas que incluyen “salsas secretas” y materiales de primera calidad, y de ahí surgen recetas como el Yukke estilo sueco con pera japonesa Nashi y caviar Kalix o la Presa de ibérico puro marinada en gochujang.

En El Flaco todo es casero, sus salsas se elaboran durante horas, o durante días, con mucho cariño y dedicación; un ejemplo son los Rollitos crujientes con pato Pekín, en los que el pato se elabora especialmente para crear estos deliciosos rollitos, o el tan de moda Bao, que se elabora en El Flaco con panceta confitada en caldo cantonés. Son deliciosos también el Curry verde de mar con albahaca thai o un Tataki de salmón con sésamo y salsa ponzu. Y es necesario dejar sitio para el postre, imprescindible pedir el Flaco Mess, el desorden del flaco, con una presentación que se come con los ojos.

Son las presentaciones precisamente otro de sus puntos fuertes, siempre llenas de color y en vajillas en las que se aprecia que se ha cuidado hasta el mínimo detalle. Todo con un precio asequible que va desde los 30€ de la carta a los 13.90 del menú del día. Se sirve también un espectacular menú degustación por 40€, que nos permite tener una visión global de la cocina de Andy a través de sus cuatro entrantes, un plato principal y un postre.

El local no se queda atrás en cuanto a decoración; dispone de tres zonas con ambientes bien diferenciados y se descubre al fondo la amplia cocina del restaurante. Está decorado con un bonito mural con el dibujo de Kaori-Chan, una mujer oriental que nos recuerda hacia dónde vamos y de dónde venimos, e iluminado con originales lámparas hechas con sartenes o con bicicletas: objetos que no nos imaginaríamos que pudieran usarse para iluminar. Todo en colores alegres, con muebles divertidos y manteles de hilo.

Cocina fusión exquisita, precios asequibles y cuidada decoración, todo son motivos para conocer el restaurante “El Flaco”.