Sucabaruca o el café de media tarde.

Luca Nichetto forma parte del grupo de diseñadores de hoy en día que desdibujan los objetos habituales transformándolos en otros nuevos y cambiando así nuestro entorno más cercano y habitual. Suele hacerlo además en connivencia con otras mentes creativas, lo hemos visto colaborar con Nendo y ahora con Lera Moiseeva.

A veces es una lámpara, otras un sofá, una mesa o un salón entero y en otras ocasiones es… un juego de café en cerámica que acabó de tomar forma en colaboración con Moiseeva, una diseñadora rusa graduada en diseño de producto en el IED de Madrid.

Hablamos del set Sucabaruca, un juego de café un tanto especial cuya inspiración nace del culto a esta bebida que se profesa en Europa, y es que por más que no tengamos una ceremonia del café definida como tal, sí es cierto que lo de tomarse un café a media tarde tiene algo de ceremonial y encantador, tanto si te lo sirven como si eres tú quien preparara la cálida bebida acompañándola de unos dulces y apetecibles macarons.

Sucabaruca es cerámica, porcelana y madera, materiales naturales trabajados a mano para confeccionar un set único en sus colores –blanco para la elegancia más absoluta, pasteles para los cafés más dulces o colores pop para los más divertidos-; este set también es único en su forma, que permite apilarlo de diferentes maneras, creando distintas figuras que se acomodan además con elegancia al espacio del que dispongamos para guardarlo.

Se trata de un diseño cálido y apetecible que incita a filtrar café, a servirlo y a compartirlo; anima a las conversaciones que siguen al primer sorbo y al segundo y que acaban por relajar toda desconfianza y precaución hasta dejar al descubierto verdades hasta entonces discretas y calladas, claro que eso era antes de Sucabaruca, de Luca Nichetto.

¿Te atreves a tomarte una taza de café Sucabaruca? Si es así, recuerda que aunque Nichetto, con la ayuda de Moiseeva, es la idea y la creatividad de este sugerente set, es Mjölk quien lo comercializa.