El bombón más caro del mundo es portugués.

El bombón más caro del mundo no es de licor ni frutos rojos sino de oro, trufa, azafrán y chocolate negro entre otros sorprendentes ingredientes.

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Glorioso, así es el chocolate más caro del mundo y así se llama porque así ha bautizado a este bombón su creador, Mario Gómes, un célebre maestro chocolatero portugués que ha presentado esta delicia en la feria del chocolate más importante de Portugal, la que se celebra cada año en Óvidos y a la que ha llegado este mes de marzo Mario Gómes con este bombón ya declarado por la guía de los récord Guinness como el más caro del mundo.

Pero ¿qué tiene ‘Glorious’ -glorioso- para ser el bombón más caro del mundo? lo cierto es que, al menos en parte, salta a la vista… ‘Glorious’ tiene oro (oro comestible, por supuesto) y lo tiene tanto como cobertura, de ahí que salte a la vista, como en su interior, ahí en pequeños copos ¿y qué más hay tras tan magnífica cobertura? hay chocolate negro ecuatorial (Valhrona, el favorito de Mario Gómes), azafrán, trufa blanca de Périgord, aceite de trufa blanca, vainilla de Madagascar y… algo más, un ingrediente secreto que Mario Gómes se niega a desvelar convirtiendo así a este bombón no sólo en el más caro del mundo sino también en el más exclusivo.

Sólo se harán 1.000 bombones Glorious y serán entregados a sus afortunados dueños con una presentación a la altura de tan exclusivo bocado: llegará con una base de madera lacada en negro con el número de serie del bombón en cuestión grabado en oro, por supuesto irá debidamente cubierto con una campana de cristal… que se decora con miles de perlas y cristales de Swarovski, una joya dulce de principio a fin.

¿Cuál es el precio de tan lujosa creación de oro, perlas, cristales de Swarovski y chocolate? el de una joya: se acerca a los 10.000 dólares, algo más de 7.700 euros ¿serías capaz de comértelo? ¿o preferirías tal vez utilizarlo como una exclusiva pieza decorativa?.

Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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