Ha llegado el momento, ya tienes razón y excusa para deleitarte con un buen cocido o unas lentejas, una sopa, unas fabes o una crema sin contarte las calorías ni sentir remordimiento alguno, ha llegado el momento de los platos de invierno; es ahora, y sólo ahora, cuando puedes hacerlo porque es para estos días de frío invierno para los que se inventaron los platos de cuchara; cierto es que ahora no se pasa el frío de antaño y conviene aligerar las calorías, de ahí que las lentejas se preparen con verduras o que los callos sean microcallos por poner un par de ejemplos, pero lo cierto es que el cuerpo pide un grado más de intensidad en el plato, las ensaladas tienden a ser templadas y de gazpachos o salmorejos ni hablamos.
Nosotros hoy te recomendamos 10 platos de invierno que puedes degustar en otros tantos restaurantes de Madrid; la mayor parte de ellos son de cuchara pero no todos porque el décimo es el postre… y es que sí, incluso hay postres de invierno y hoy te recomendamos uno.
Nos dejamos querer el gusto por propuestas tradicionales como la de Casa Carola, Serafina o Jota 5, por otras de estilo internacional como Purnima o la Trattoria SantArcangelo, también por Al Trapo y El Cielo de Urrechu -cocina de nivel-, también por Défilé, Lelise y Lubora; y lo hacemos recomendando de cada uno de estos establecimientos madrileños, un plato ¿con cuál te quedas? corre a probarlos… antes de que remita el frío y sean pecado.
Hablar de Madrid e invierno es hacerlo de cocido porque el cocido madrileño es, tal vez con el maragato, el más célebre de los platos que se cocinan bajo ese nombre. Y si quieres regalarte un buen cocido madrileño, te recomendamos una casa de comidas tradicional en la que este plato es una especialidad de la casa, Casa Carola.
Para que no digas que te incitamos a pecar contra tu colesterol, te proponemos las lentejas vegetarianas de Al Trapo, legumbres y verduras para disfrutar con cuchara dándole al cuerpo la calidez que necesita; en Al Trapo encontrarás otros platos de cuchara pero a nosotros éste, será por el color además del sabor, nos tienta especialmente.
Más lentejas, sí, pero nada que ver las unas con las otras y además, si lo prefieres, pollo porque esta sopa se sirve en dos versiones: sopa de lentejas -dhal soup- o sopa de pollo -chicken soup-, ambas con especias. ¿Dónde? en Purnima.
En el Cielo de Urrechu la alta cocina se fusiona con la cocina tradicional y da por resultado una propuesta gastronómica deliciosa que, en invierno, ofrece una sopa de pescado sin par, elegante e intensa como el propio establecimiento.
Si hablamos de platos de invierno en Madrid no podemos olvidar los callos; en Défilé los preparan en trozos pequeños haciendo que compartan protagonismo con los garbanzos fritos que los acompañan, un plato para no perdértelo.
Crema de Calabaza con Mascarpone en Trattoria Sant Arcangelo.
En la Trattoria Sant Arcangelo descubrirás que la gastronomía italiana es mucho más que su pasta y sus lasañas y, en ese mucho más, encontrarás una crema de calabaza con mascarpone que te hará disfrutar el invierno.
La de Jota Cinco es una cocina de toda la vida, no en vano es un clásico de la capital que lleva abierto más de 40 años; claro que se ha renovado modernizando sus espacios sin perder ni un ápice de su sabiduría culinaria; aquí te recomendamos una fabada porque el invierno madrileño bien lo merece.
Lelisé es un restaurante asturiano y, como tal, ofrece una fabada que no admite discusión pero lo cierto es que la gastronomía asturiana, siendo como es símbolo del buen comer del norte de España, ofrece otros platos de invierno que no deber perderte, entre ellos estas verdinas con langostino y chipirón a la plancha, un delicia de plato…
Moderno, diverso, vintage, elegante, bar, restaurante… En Serafina te encontrarás como en casa y comerás incluso mejor ¿nuestra recomendación? unas verdinas con rabo de toro, un plato de lo más castizo ¿no crees?
Para tomar el postre nos vamos al Lubora, un restaurante acogedor en el que preparan unas migas dulces con manzana y vainilla que complementan a la perfección un menú de invierno.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.
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