La ginebra del mono.

Se llama Monkey 47, por los 47 botánicos que se emplean en su elaboración.

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Zwiebelkuchen, tarta salada de cebolla, Rehrücken Baden-Baden, asado al horno de lomo de corzo envuelto en panceta y nata agria, Federweißer, un vino joven y refrescante y la famosa Schwarzwälder Kirschtorte o tarta Selva Negra, son algunas de las delicias gastronómicas de ésta extensión de 3.300 km cuadrados de abetos y naturaleza en estado puro en el corazón de Europa que los romanos llamaron Populus Nigra por la oscuridad de los caminos bajo la densidad de la vegetación y que hoy conocemos como Selva Negra, donde el excomandante británico Montgomery Collins se estableció en 1951 abriendo una pequeña pensión a la que daría el nombre de «El mono salvaje» en honor de Max, un mono del zoo de Berlín en cuya recuperación había trabajado tras la guerra.

Monty, criado en Madrás, India, y como buen británico apasionado de la ginebra, encontró en la Selva Negra además de todas éstas delicias culinarias, calidad y cantidad de enebro y botánicos suficientes para elaborar una receta única de ginebra. Una receta que guardó celosamente en una caja de madera junto a una botella en cuya etiqueta había dibujado a Max y se leía «Max the Monkey» y que tras su muerte llega casualmente a manos de Alexander Stein y Christoph Keller que volverían a dar vida a la fórmula original en 2010 bajo la marca Monkey 47.

¿El 47? Los 47 botánicos con los que se elabora esta singular ginebra. Botánicos que junto al agua blanda proceden de la misma Selva Negra, y que por nada habituales en una ginebra le confieren un carácter excepcional: camomila, escaramujo, salvia, verbena, bayas de espino, lavanda, flor de acacias de la Selva Negra, madreselva salvaje, a las que acompañan botánicos de la Toscana, como las sabrosas bayas maduras de los juníperos, y especias de oriente: cardamomo, clavo, nuez moscada, almendra, jengibre, canela de Caylan, regaliz y cálamo aromático, además de bálsamo de limón y naranja amarga. Y una infusión de arándanos frescos que Stein y Keller denominan el «toque Monty». 4 meses en barricas de barro le dan la maduración final a una ginebra «agresiva y deliciosa» que en botellas de 500ml cuesta casi 39€. Una delicatessen de la Selva Negra plena de aromas, nariz y paladar.

Más información Monkey 47

Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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