Jean Leon, el vino preferido de Frank Sinatra.

Cuentan que una noche Joe DiMaggio y su amigo Frank Sinatra tiraron abajo la puerta de un hotel porque creían que dentro encontrarían a Marilyn con su amante. En la habitación sólo encontraron a un hombre con el que acabaron a golpes. Ni a DiMaggio ni a Sinatra les costó nada el disgustos porque un amigo declaró que habían pasado la noche en su restaurante, La Scala. Este amigo era Jean Leon, el creador del vino que dicen era el preferido de Sinatra.

Para que existan unos vinos únicos como los del pago Jean Leon su creador tuvo que vivir una vida única, una vida que merece un largometraje y que Agustí Vila convertiría en 2006 en un documental tan apasionante como cada paso en la vida de Jean Leon, tan sorprendente como los lugares, los viajes, los nombres que se cruzaron en su vida y con los que intimó. Sinatra, y Zsa Zsa Gabor, John Fitzgerald Kennedy, Warren Beaty, Truman Capote, Marilyn Monroe, Natalie Wood, Dean Martin, Grace Kelly, James Dean…

Jean Leon se llamaba en realidad Ceferino Carrión y había nacido en 1928 en Santander. Se cambiaría el nombre al nacionalizarse americano en 1950 tras entrar en el ejército de Estados Unidos, pero para llegar allí tuvo que vivir la destrucción de la casa familiar en Santander durante el incendio de 1941 tras lo que toda la familia emigró a Barcelona, la muerte de su padre y su hermano torpedeados por error durante la Segunda Guerra Mundial, un largo recorrido a pie de Barcelona a París con tan sólo 19 años, y un penoso viaje de polizón en un carguero hasta Nueva York en su octavo intento. Hasta llegar en 1950 al otro lado del continente, a Beverly Hills.

Allí comenzaría el sueño americano, de día conducía un taxi con la licencia 3055, por la noche de camarero en el restaurante de Sinatra y DiMaggio, el Villa Capri, donde entraría en contacto con el Rat Pack y muchos de los actores del momento. Allí se haría íntimo de James Dean con el que abre en 1957 el restaurante La Scala, centro de toda la vida social de las estrellas de Hollywood, al frente del que se quedaría a la muerte del actor. Un restaurante acogedor y jovial como Ceferino, íntimo y resguardado de periodistas y paparazzis donde Jean Leon compartía veladas con todas las celebridades del momento, los atendía personalmente, cuidaba los detalles y servía comida ítalo mediterránea en platos que llevaban los nombres de sus mejores clientes.

Fue en La Scala y en este donde concibió la idea de crear un vino propio, uno que respondiera a la calidad que no era capaz de conseguir para los comensales de su restaurante y el terreno que encontró en el mundo para sus viñedos no estaba ni en California ni en Francia, estaba tan cerca de su origen como no podía sospechar, unos terrenos únicos en el Penedés, en Torrelavit, 150 hectáreas donde se aventuró a levantar todas las cepas autóctonas y plantar por primera vez en España Cabernet Sauvignon, Chardonnay y Merlot. El primer vino del pago Jean Leon vería la luz en 1969 de la mano del enólogo Jaume Rovira un Cabernet Sauvignon cuya producción de 1983 se contaría entre los 10 mejores vinos del mundo en 1993.

Jean Leon confiaría a la familia Torres el pago en 1994, dos años antes de su muerte, que han sabido conservar la filosofía que impulsó a su fundador a crear estos vinos incorporando a la selección manual de la uva y la vinificación por gravedad y la fermentación, con los más moderos adelantos tecnológicos. Unos vinos que aún hoy se siguen criando en las mismas bodegas subterráneas de 1964 en seleccionadas barricas de roble francés y americano. Así cada vino de esta bodega tiene una relación con la vida de su creador:

3055, el número de la licencia del taxi que conduciría Ceferino en Nueva York, da nombre a un Chardonnay, Rosé y Merlot-Pettit Merlot. Vinya Gigi, con el nombre de su hija, a un Chardonnnay. Vinya Palau, homenaje a su Santander natal, a un Merlot. Vinya Le Havre, la cidad normanda en cuyo puerto se embarcaría como polizón hacia américa, a un Cabernet Sauvignono, Cabernet Franc. Y los Vinya La Scala, con el nombre del restaurante en el que su vida cambiaría por completo, el Cabernet Sauvignon Gran Reserva, el vino que dicen era el preferido de Frank Sinatra y que sería elegido por Ronald Reagan para la celebración de su investidura como Presidente de los Estados Unidos en 1981.

La noche del 5 de agosto de 1962 Jean Leon recibió una llamada de una de sus mejores clientes, quería unos Fetuccini Leon. Él mismo se los llevó a su casa de Brentwood, Hollywood. Ella moriría unas horas después, se llamaba Norma Jean, Marilyn Monroe.