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cerrarJe ne se quois… JNSQ, el vino más glamuroso del mundo es de California.
JNSQ es un vino americano que tiene ese 'je ne se quois' que lo hace único... y la mar de glamuroso.
Si hay algo que no pueden negar los americanos es su fascinación por lo europeo y, de entre tanto bueno y bello como el viejo continente tiene que ofrecer, el glamour francés representa una debilidad a la que no pueden resistirse y menos que en ningún otro lugar, en California, cuna y esencia del glamour asociado a las estrellas del séptimo arte. Cabe que sea por eso que ha sido precisamente ahí, en California, donde aprovechando lo mejor que les da la tierra -no hay que olvidar que Californa es tierra de viñedos-, se recrean en el glamour francés y presentan dos vinos propios del más exclusivo de los restaurantes parisinos: JNSQ.
Dicho así, en siglas, el nombre puede parecer un notable desacierto pero cuando se explican y reconocen que no es más que la conversión en siglas de la frase en francés Je Ne Se Quois, comenzamos a entenderlo todo… y nada a la vez porque según los responsables de este nuevo vino, lo más excepcional que ofrece es algo que no se puede explicar, tiene algo de ese je ne se quois que lo hace destacar sobre todos los demás.
JNSQ es un vino americano destinado a convertirse en el epítome del glamour francés y por eso la botella que lo contiene parece más un frasco de perfume que una botella de vino, redondeada y elegante y coronada o bien por una uva o por una rosa (dependiendo de la variedad de vino elegida) se convierte en todo un detalle decorativo que, aun después de beberte el vino, querrás tener en tu salón.
JNSQ se presenta en dos variedades, un Sauvignon Blanc y un Rosé Cru que comienzan a enamorarte por su cuidada presentación y acaban rindiendo tu gusto a ellos por sus sugerentes notas de cata.
Sauvignon Blanc es un vino blanco refrescante y luminoso en el que destacan las notas cítricas de limón, también de manzana verde y frutas tropicales, es ideal para el aperitivo y siempre perfecto para acompañar platos de verduda o pescados; dicen en JNSQ que su Sauvignon Blanc está hecho para que podamos bebernos el sol de California.
Rosé Cru no es muy dulce pero tampoco amargo, rico en aromas y con notas de cata de fresa y cereza, también florales; dicen en JNSQ que está hecho para que podamos bebernos el verano en cualquier época del año y, con un poco más de cuerpo que el Sauvignon Blanc, resulta ideal para acompañar las carnes… aunque no es menos recomendable en el aperitivo.
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