Harrison 1933, el nuevo place to drink de Madrid.

Harrison 1933 es una coctelería para beberte el arte en todas sus formas: de un cuadro a una película de cine pasando por una canción o un libro.

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Harrison 1933 es una coctelería madrileña que se ha convertido en pocos meses en en el nuevo plance to drink de la capital; y es que Carlos Moreno, director de barra y coctelería del Grupo Larrumba y el Grupo Carbón, sabía que si lograba crear una propuesta espirituosa e innovadora sería un éxito porque veía en los restaurantes del grupo un disfrute cada vez mayor por parte de sus clientes de los cócteles de fin de cena. Y así, para satisfacer ese gusto espirituoso, nace Harrison 1933.

¿Imaginas porque el Grupo Larrumba ha decidido llamar a su coctelería Harrison 1933? Un poco de historia espirituosa: 1933 fue el año en el que se aprobó el Acta Cullen-Harrison que legalizaba la venta de alcohol en Estados Unidos tras la oscura época de la Ley Seca.

El Harrison 1933 es una coctelería de doble altura y doble espacio: en su planta superior recuerda a los bares de Las Vegas más sofisticados (elegante, acogedor, coan barra y barman siempre a la vista) mientras qn su planta inferior el ambiente es más moderno e industrial con sus paredes de ladrillo visto y las sesiones de DJ’s y música en directo.

En Harrison 1933 podrás beberte El Guernica convertido en una versión del daiquiri cubano y es que la carta de esta coctelería está actualmente dominada por las Bellas Artes, cuenta incluso con un espacio en el que narra la historia de cada uno de los 15 cócteles originales de inspiración artística que la forman.

Si eres más de la ginebra british que del ron cubano te encantará beberte el tema de Paco de Lucía y Camarón Como el Agua, un cóctel elaborado a base de ginebra Tanqueray Ten, vermut martini Ambrato trucado con caramelos de eucalipto y aceituras además de cordial de rebujito y bitter Al-Ándalus.

¿Más arte que podrás beberte en Harrison 1933? Desde el Viejo y el Mar de Hemingway hasta La Estatua de la Libertad pasando por películas como Forrest Gump o Cadena Perpetua a temas musicales como My Way y Bohemiam Rapsody; eso además de los cócteles clásicos y también cócteles sin alcohol.

Y si te invitan a un cóctel en el Harrison 1933 y te pillan sin cenar, no te apures, aunque las cosas de comer no son las protagonistas de esta coctelería, cuentan con su propio espacio en la carta por aquello de acompañar tu copa si así lo deseas (sardinillas en aceite de oliva alegre de José Peña, queso viejo de Zamora, ostras gallegas al natural, gildas donostiarras, mollete de pringá o de jamón ibérico, bikini con cecina, ensaladilla rusa de gambas…y de postre: tarta de queso cremosa o de praliné de chocolate).

Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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