Reposado en 16 barricas diferentes seleccionadas a mano. El rojo profundo del The Macallan Rare Cask.
Una travesía de meses para impregnarse de lo mejor de cada lugar.
De la cordillera cantábrica a Jerez y de ahí a Escocia. Un viaje de varios años que viven las maderas para que se impregnen de lo mejor de cada lugar. Una exquisitez cuidada, profunda, de absoluto respeto que The Macallan pone de manifiesto en su Rare Cask, el último de los single malt que se incorpora a su The 1824 Master Series.
Fue presentado en nuestro país durante el Mixology(x)Trends por Stuart MacPherson, el Master of Wood de la destilería, y Josep Roca, el hermano de paladar sensible de Celler de Can Roca.
La travesía de la madera comienza con la selección de los robles de la cordillera cantábrica. Se observan, analizan y escogen, uno a uno, por los especialistas de The Macallan. Se moldean y dan forma precisa por artesanos que cuidan hasta el más mínimo detalle de su tostado. El viaje continúa hacia el sur de nuestro país, donde las bodegas seleccionadas dejan reposar el mejor jerez de la zona. Son 8 meses de un descanso absoluto, donde las maderas absorben los aromas y sabores que luego florecerán en Escocia, la próxima parada de las barricas.
Toda una obra de artesanía diversa y compleja. El oro líquido reposa en una selección de 16 barricas diferentes de roble escogidas a mano, una a una. Buscando imprimirle el carácter de los leños para que su color rojo caoba puro se ponga de manifiesto en cada gota. Un color natural, puro, absorbido de la madera. Nada de colorantes ni artificios. Es whisky. Y es un The Macallan.
La vainilla pone en alerta al olfato que, de repente, se deja seducir por las uvas pasas. Un antesala perfecta para la combinación fresca de manzana, limón y naranja. Y cuando la percepción se siente armonizada con las notas frutales, llega el twist de jengibre, canela, nuez moscada y clavo… y ahí, las sensaciones se potencian.
En boca, el concierto es diferente. Llegan los colores amarronados del roble que persiste hasta que la vainilla y el chocolate reinan y dan paso al sutil matiz cítrico.
La casa del whisky más caro del mundo junto al mejor restaurante del mundo (según la revista Restaurant) sólo podían juntarse para dar a conocer un oro líquido de tal magnitud.
Barricas que se estrenan para este Rare Cask. Barricas que jamás volverán a ser las mismas luego de acoger este The Macallan. Tiempo, naturaleza, reposo, respeto y carácter. Aquí no importan los años, aquí importa la madera y el resultado de un color profundo, consistente, que delata la intensidad de los sabores.
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