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cerrarEl nuevo té de las cinco.
Nuevo espacio en la calle Huertas de Madrid dedicado al té.
El té está de moda. Tal vez no lo supieran pero es la segunda bebida más consumida del planeta después del agua. Encontrarlo con la máxima calidad e incorporarlo a la rutina no es solo menester de lores ingleses. Es sabroso, saludable y también, por qué no, divertido. Tekoe llega a Madrid para demostrarlo.
Con una selección de más 120 referencias entre tés puros y mezclas únicas la marca, de origen suizo, acaba de abrir un novedoso espacio en la calle Huertas que engloba una tienda de té premium en hoja, un tea bar y una zona de take away. Para todos los gustos y momentos del día.
Los propietarios de Tekoe, Valerie Peyre y Pierre Maget, comenzaron su aventura hace ya diez años, recorriendo el mundo en busca de la mejor materia prima en plantaciones seleccionadas, de cultivo ecológico, a las que compran directamente para evitar las subastas que rigen el mercado y que merman su calidad y frescura. Lo que empezó como un pequeño negocio en Lausanne no solo se esparció por toda Suiza. Ahora llega nuestro país de la mano de otros dos «locos por el té», Daniel Afonso y Lina Guerrero.
Sus tres espacios se desarrollan en torno a una moderna decoración de inspiración nórdica y, en ellos, Tekoe pretende democratizar la cultura del té, convirtiéndolo en una bebida asequible y cosmopolita, lejos de clichés. Tés puros de China, Japón, India, Sri Lanka, Taiwan y Kenia. Tés negros como los sofisticados Darjeeling, los excelentes Assam y las «perlas negras» de China (elaboradas a mano pieza por pieza para conseguir un sabor exquisito, balanceado y homogéneo). En los blancos, Silver Needles y Pai Mu Tan. En los verdes, entre otros, el preciado Kinpucha con oro puro… Y como para gustos, los colores, Tekoe es uno de los pocos establecimientos de Europa que trabaja el delicado y escaso té amarillo.
Aromas y mezclas se suceden asimismo con maestría para adaptarse al gusto español. Por eso encontraremos té de leche merengada, de mazapán, de anís o un castizo té de violeta. Granizados y coctelería protagonizan el apartado más refrescante y veraniego, y se agradecen en compañía de quiches y bollería artesana. ¿Quién dijo que el té solo se tomaba a las cinco?