Desde los caminos del inca.

Mucho más que un continente fue lo descubierto por Colón cuando equivocó el camino y se topó con América al completo camino de las Indias, y es que hasta la tónica de tu gin tonic de fiesta, baile, charla y amigos se la debemos al bueno de Cristobal… y a la condesa de Chinchón.

La condesa, esposa del virrey de Perú, se percató de como los sus súbditos por conquista utilizaban la corteza de quino como planta medicinal, por sus propiedades curativas; llegó a utilizarse como compuesto básico de los tratamientos contra la malaria y, por su capacidad medicinal, tiene limitada su cantidad para uso alimenticio… de ahí que podamos disfrutar del toque amargo de la tónica con total tranquilidad.

Es esa quinina, la original y natural recolectada a mano en Perú, la que se utiliza en la composición de una tónica premium que estrena nuevo envase, porque su tónica no necesita reinvención siendo como es hija de la mejor quinina, la recolectada a 1724 metros sobre el nivel del mar: 1724 Tonic Water.

Su nuevo envase es una botella esbelta con base cónica vuelta hacia su interior que recuerda la base de botellas de elegantes vinos espumosos como el cava y el champagne… porque esta tónica está pensada y hecha para un brindis y un gin tonic, uno, por ejemplo con Gin Mare, la única ginebra en el mundo elaborada de forma artesanal con botánicos y aromas exclusivamente mediterráneos.

1724 Tonic Water de Global Premium Brands