Date un capricho… (navideño).

La Caprichería de Baileys es una tentación irresistible que recorre (y nos hace recorrer...) Madrid.

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Si no nos damos un capricho en Navidad ¿cuándo vamos a hacerlo? Y es que si hay una época del año en la que llevarte un dulce a la boca, no digamos ya si es espirituoso…, es tradición y casi obligación, se trata sin duda de la Navidad; en Baileys lo saben y por eso han lanzado la octava edición de La Caprichería que es este año llega con más postres que nunca y a más locales que nunca (cuenta con más de 500 establecimientos participantes).

Baileys, con su Caprichería, no solo nos endulza la boca sino que nos anima a recorrer Madrid de otra manera, de un modo tan caprichoso como espirituoso, es decir, siguiendo los pasos de sus postres ¿dónde degustarlos? Del Mercadillo de Navidad de la Plaza de España al de Colón, en la Chocolatería San Ginés si eres de los que busca abrigo o en Patagonia Artesanal, Brando Helados, Bibì e Bibò, Loco Polo y La Pecera si eres más de navidades blancas y heladas.

¿Más lugares para gozar de La Caprichería de Baileys? Haberlos hailos: para los amantes del café Bucólico Café, Cheesecake Avenue y Café del Art y si buscas un capricho más exclusivo, lo encontrarás en lateral, 80 Grados, Love Company y Casa Felisa.

Eso así, para abrir boca, pero es que hay más: firmas tan notables de la escena gastronómica madrileña como Goiko, el Grupo Sushita, La Bientirada, La Mamona y Santa Gloria también participan en la ruta de La Caprichería de Baileys.

Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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