Artisian Selection: el legado de los maestros.
Años de historia, calidad exclusiva y un método de elaboración único son el valor común de las referencias de la exclusiva Artisian Selection de Pernod Ricard.
Es cierto que desde que estalló la moda del afterwork los destilados viven una era de esplendor. Igual el arte de la coctelería. Aunque la historia de los buenos tragos hunde sus raíces en el pirateo británico del siglo XVI, no es hasta la época victoriana que el cóctel adopta el nombre actual. A partir de entonces sofisticación y creatividad han madurado de forma paralela hasta conformar todo un ritual líquido en torno al gusto de combinar. Hoy, los paladares gourmet no se conforman con un agitado cualquiera. Por eso nace Artisian Selection.
Los maestros cocteleros del siglo XXI, como los grandes alquimistas, rara vez revelan sus secretos. En eso consiste la magia de la mixología. Aparte de su formación, su bagaje y el saber hacer personal de cada uno de ellos, todos coinciden en el pilar fundamental de un buen cóctel: la excelencia del destilado base.
En el ADN de Pernod Ricard conviven desde hace más de ocho décadas la artesanía, la cultura, la transparencia y la creatividad. Apelando a ese particular espíritu conquistador y de trabajo en equipo, la firma francesa ha rediseñado el lujo líquido con una cartera única de marcas internacionales. 16 referencias de espirituosos y 4 de champagne forman parte Artisian Selection. Un reducto privilegiado donde la tradición no es el único requisito. Pasión, dedicación, exquisitez y emociones comparten la clave que abre la puerta de un club al que, contradiciendo a Groucho Marx, muchos quisieran pertenecer.
Entre la veintena de referencias ultra Premium de Pernod Ricard, destacan ocho esencias sublimes, creadas con detalle y esmero por maestros en el arte de destilar.
¿Quién dijo que el whisky no se podía mezclar?
Vayan preparando un vaso ancho, con empaque y tintes aristocráticos. Llénenlo de hielo en cantidades generosas, 25 ml de sirope y 180 de cerveza de jengibre, trozos de limón fresco y 30 ml. de The Glenlivet.
En 1824, el primer whisky de malta de origen escocés brota de un alambique de cobre de linterna y la alquimia de George Smith. Sin edad, destilado como al principio, The Glenlivet mantiene el aroma cítrico de las naranjas dulces. Su final, largo y cremoso, equilibrado, excepcionalmente suave, lo convierten el alma de un cóctel con sabor a la niebla de las primeras horas del día.
Respiren, cierren los ojos, déjense llevar por el dulzor de la cebada, el chocolate con leche y las uvas pasas.
Los amantes de los tonos aterciopelados, los aromas complejos, azotes de humo negro y elegancia floral, es posible que prefieran saborear un Chivas 18. Fruto de la fusión de dos maltas de Speyside —Strathisla y Longmorns— reservadas exclusivamente para esta mezcla, nace un whisky con más 85 aromas diferentes, firmado por Collin Scott.
Un gintónic sin Monkey 47 no es un gintónic.
Toda la esencia de la Selva Negra germánica se concentra en los 47 botánicos que Montgomery Collins consiguió macerar y declinar en alcohol de cebada. Sucedió en 1951 en pleno corazón de la Schwarzwald, al sur de Alemania. El caso es que la receta se perdió hasta que más de medio siglo después el maestro destilador Alexander Stein la encontró oculta como un tesoro en una caja de madera. Y la rescató. Monkey 47 tiene mucho de salvaje, de mito, aventuras y fidelidad.
Para los puristas de la tradición y el origen británico, Plymouth Gin mantiene intacto el germen de un abolengo centenario. Nacida en 1793 en Blackfriars e inspirada en la travesía del Mayflower, esta ginebra acaricia el paladar con sus sabores terrosos y notas de frutos secos.
Absolut Elyx, la hija predilecta de la pureza escandinava.
Seda líquida llaman algunos a esta criatura nacida del agua del manantial de Ahus y un trigo de invierno que sólo brota de la energía escondida en los campos helados de Rabelof. Lars Olsson Smith lanzó al mundo, en 1879, un vodka que se destilaba un número infinito de veces y que se concentraba hasta una graduación muy alta antes de diluirse en agua pura. Absolut Elyx parte de esta premisa y de la propia esencia de Absolut. Toda la producción se realiza en un radio de 20 kilómetros, incluyendo el embotellado final.
Agitar 5 partes de diamante Absolut Elyx, una de Lillet Blanc y hielo a granel. Servir en copa de cóctel con un finísimo twist de limón. Et voilà: la hija del hielo. Sólo apta para paladares exquisitos.
Havana Club selección: el ron de los maestros.
Para ser un maestro ronero cubano son necesarios 15 años de experiencia, como mínimo. Haber vivido la dulzura del clima tropical y aspirado desde niño la naturaleza feroz de la caña de azúcar ayuda.
El sello cubano por excelencia consiguió reunir a los siete mejores Maestros Roneros de país. Cada uno aportó su mezcla personal. ¿El resultado? Una edición limitada, aromática, cálida, con cuerpo y todos los matices del corazón isleño: cacao, café, tabaco suave, caramelo y especias.
Todos los rones que componen Havana Club Selección de Maestros son añejados naturalmente en Cuba, donde el clima húmedo y tropical asegura la intensidad de los intercambios entre el líquido y la madera.
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